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Friday, July 22, 2005

Analisis de Transacciones - Julio 19 y 21 2005 

Cambio Licey y Escogido

No es muy común que estos dos rivales hagan cambios entre ellos, y por eso me parece interesante hacer un análisis de la transacción, porque además es de cierta envergadura. Basta con la inclusión del nombre de uno de los símbolos de los últimos años de los Tigres para pensar que muchos seguidores de este club estarán opinando acerca del mismo.

La transacción:

Los Tigres del Licey adquieren al lanzador Valerio De los Santos (Zurdo, AAA-MLB, Florida) y el catcher Robinzon Díaz (BD/TD, A, Toronto) de los Leones del Escogido a cambio de los jardineros Israel Alcántara (BD/TD, Liga de México, Veracruz) y Rodolfo Guillén (BD/TD, A, Yankees)

El análisis:

Tigres del Licey

El destino con los Tigres del inolvidable Izzy puede que haya quedado sellado con su pobre actuación en la pasada temporada (.171/.323/.342, Avg, OBP, SLG) y el hecho de que la misma provocó que el dirigente Manny Acta redujera su uso a prácticamente la mínima expresión en la post-temporada, lo cual por supuesto no ha de haber agradado mucho a Izzy. Alcántara redujo su slugging sustancialmente en el 2004-05, e incluso el .470 del 2003-04 fue esencialmente empujado por el .313 de promedio de bateo de esa ocasión, el cual estaba completamente fuera de lo normal en nuestra liga para Izzy. La explicación fue una reducción significativa en su proporción de ponches – haciendo mucho mas contacto que nunca antes – y consecuentemente otro notable aumento en la proporción de bases por bolas a turnos al bate. El asunto es que estas son dos habilidades que casi nunca se adquieren una de mano de la otra a la edad de Alcántara y especialmente dado su perfil como bateador.

Izzy siempre fue un hombre con un inmenso poder, indisciplinado en el home, con graves problemas para hacer contacto y enormes hoyos en su swing. A medida que los años pasan, no es anormal que su control de la zona de strike mejore, pero sí es anormal que de repente se convierta en un hombre hiteador y difícil de ponchar, que fue esencialmente el pelotero que Alcántara fue en esa temporada.

Me parece obvio que los Tigres no van a extrañar a alguien con un desempeño similar al de Izzy el año pasado, pero siempre queda la duda en que pasaría después del cambio con el pelotero. El fantasma de Félix José puede provocar ese tipo de sensaciones en la grey felina, y casualmente Félix llegó a las Estrellas con la misma edad que Alcántara, aunque el conjunto de habilidades de Félix era muy distinto al de Izzy en su juventud. Lo que quiero decir en esencia es que las probabilidades de que Alcántara haga lo que hizo José con las Estrellas no me parecen abundantes.

La creencia de la gerencia del Licey es que tienen suficiente profundidad en los jardines para hacer la ausencia de Izzy y Guillen más tolerable. Examinando el roster (no actualizado) del Licey me encuentro con que para el primer mes de temporada los Tigres deben sobrevivir con Félix Pié, Napoleón Calzado, Manny Martínez, Tony Blanco, Ricardo Nanita, José Bautista cuando no esté en tercera base y el usual jugador importado. Este no es un mal grupo, especialmente si Pié esta saludable y mantiene su status de prospecto con proyección.

Y en cuanto a Guillén, desde el punto de vista de los Tigres, pese a su juventud, es desechable en este momento. Guillén solía ser prospecto de los Yankees, pero en este momento sus bonos han bajado considerablemente y su desempeño en la Liga de la Florida, clase A (.256/.304/.350) no hace a nadie pensar que estaba siendo considerado como una pieza importante en el futuro cercano para los Tigres.

Pasando al “botín” que recibe el Licey, empecemos por Valerio De Los Santos, un lanzador zurdo con cierta experiencia y glamour de Grandes Ligas además de un brazo intrigante, y que por cierto ha tirado bien poco en esta pelota a pesar de la percepción contraria.

El afán del Licey por conseguir un lanzador zurdo con experiencia - y quien además puede incluso hasta abrir un juego de vez en cuando - se puede entender por lo siguiente: Los Tigres solamente contaron con siete lanzadores zurdos en toda la temporada regular los cuales trabajaron en solo 58.2 de las 459 entradas totales del Licey, e incluso de esas entradas hay que acotar que 25 de ellas fueron tiradas por Carlos Pérez. El problema se hizo más evidente en el Round Robin y la Serie Final en donde Raymond Beasley, Juan Cedeño y Steve Kent no eran capaces de sacar un out, y Pérez detuvo su regreso a la utilidad al vérselas de nuevo de frente al Monstruo de color mamey, al cual siempre le ha tenido un particular terror.

Así que entendamos el deseo de Fernando Ravelo de evitarse esos inconvenientes en el futuro. Obviamente el coqueteo de Valerio en Grandes Ligas puede que retarde su participación un poco, en cuyo caso el Licey tendrá que apelar a Cedeño, Pérez, Rafael Roque y el zurdo importado del día, lo que nos vuelve a dejar en el punto de partida. Pero esta es mas una adquisición mirando a diciembre y enero, supongo.

El adquirir a Robinzon (sí, es con Z que esta listado en el Register) Díaz sí es un movimiento mucho más interesante. Primero, especulo yo, Raymond Abreu admite el error que fue hacer de Díaz el primer pick de todo el draft, especialmente cuando el Escogido carecía de jardineros que valieran la pena y Melky Cabrera estaba disponible.

El Licey por su lado se deja seducir por el mismo razonamiento de inicio del Escogido, en el de que un catcher Dominicano, prospecto y que pueda jugar todos los días, es un bien que tiene mucho valor.

¿Cuál es exactamente la fascinación por Díaz que parecen sentir todos?

Lo más llamativo – y la carnada que mordió el Escogido – es un titulo de bateo en Rookie League avanzada (Appalachian) en el 2003, bateando .374 en 182 turnos. Todos sabemos que los catchers que ganan títulos de bateo no son una especie que ande creciendo silvestre por los montes, y ya Díaz había bateado .300 en sus dos experiencias previas en la Dominican Summer League y en la liga Pioneer. El asunto es que el juego ofensivo de Díaz se resume en esa única habilidad de conectar sencillos y hacer contacto. Su poder es hasta ahora mínimo, e igualmente lo es su habilidad para recibir bases por bolas. El muchacho es el típico bateador de contacto, pues además es imposible de ponchar, lo cual por supuesto no es malo.

Defensivamente a Díaz se le ha elogiado por su liderazgo detrás del home y habilidad para bloquear pitcheos salvajes. Su brazo y tiro a las bases es promedio, y de acuerdo a lo ultimo que leí, su habilidad para llamar y dirigir los juegos ha progresado. Antes de esta temporada Díaz había bateado .306/.357.394 en 1059 turnos como profesional, y su labor hasta el 20 de julio en la Liga de la Florida, Clase A avanzada ha sido de .280/.317/.358 en 268 turnos. El joven catcher estaba listado como el prospecto numero 18 de los Azulejos de Toronto, pero detrás en la posición de receptor del venezolano Guillermo Quiroz e incluso Curtis Thigpen.

En un análisis que hice el año pasado sobre el draft no mostré mucho entusiasmo por la elección de Díaz con el primer pick, pero eso es fruto mas de esa decisión que de su talento como jugador. La cosa es que los catchers tienden a desarrollarse muy lentamente, y reitero lo que escribí en ese momento de que no sabemos exactamente cual es el techo como jugador de Díaz – cualquier cosa desde Angelo Encarnación a Ben Molina sin la gran defensa – y era una mala decisión valorarlo tan alto en el draft.

Pero no es una mala apuesta para el Licey, especialmente si estos están muy seguros de su profundidad en los jardines, y si van al draft de este año a aumentarla.

Un comentario al margen es el deseo de los equipos Dominicanos de conseguir un catcher de planta criollo con el que puedan contar siempre. Llámenle a eso el “Síndrome de Alberto Castillo”. Lo que pienso es que es muy fácil asociar el éxito de las Águilas en la ultima década con la constante de su veterano receptor, y es por esa razón que todos quisieran encontrar alguien como Alberto Castillo.

Traer un catcher importado, especialmente para equipos que como el Licey tienen profundidad en el resto de las posiciones, no es tan malo como parece, porque a fin de cuentas sabemos que la mayoría de los catchers no batean (criollos o importados) y puede que en algún momento alguien se saque la lotería y consiga a Mark Parent versión 1987-88 con las Estrellas.

Ya sé, ya sé. Esta el asunto aquel del liderazgo, el conocer bien la liga y todo eso, pero en el fondo mi creencia es que el “síndrome” existe.


Leones del Escogido

¿Recuerdan ustedes aquellos días en los que el Escogido parecía tener en sus reservas doce mil quinientos seis peloteros y once mas?

Es interesante lo que sucede cuando las reglas de juego cambian y las ventajas competitivas producto de una aberración (e injusticia) de un mercado se pierden. La cosa es que el Escogido se ha despertado un buen día, y se ha dado cuenta que ya no tiene tal cantidad de peloteros, y lo que es peor, los mejores ya están poniéndose viejitos y los jovencitos no parecen ser tan buenos como se pensaba.

El peor caso está en los jardines, en donde el grupo está compuesto por veteranos que no juegan (Juan Encarnación, Samuel Sosa, Rubén Mateo y Moisés Alou) veteranos jóvenes que sí juegan, pero que no son muy buenos (Amado German, Wady Almonte, Elpidio Guzmán, Cristian Guerrero y Alejandro Díaz) y muchachos muy jóvenes cuyo desarrollo está en fase embrionica (Warner Madrigal, Ambiorix Concepción, Elvis Cruz, Argenis Reyes y Carlos Sosa)

Los Leones no han tenido que ser muy inteligentes para entender este problema, pues está bien a la vista de todo el mundo.

La pregunta es: ¿En cuanto mejora el problema la llegada de Izzy y Guillén?

De entrada lo que busca el Escogido en Alcántara es un bate de respeto y poder para el primer mes y medio de la temporada, especialmente para un equipo con dos temporadas consecutivas con pobre ofensiva, y un grave problema a la hora de producir con corredores en posición anotadora. El cuarto bate que tanta falta hizo a los Leones el año pasado, es lo que se busca mejorar con Alcántara. Recordemos además que Izzy puede pararse en las esquinas del outfield, y hacer una representación modesta (en el mejor de los casos) de un jardinero. Igualmente, si Alcántara esta en los jardines, entonces no hace falta traer tres jardineros importados como hubo la necesidad el año pasado, y entonces usar una de esas importaciones en mejorar otras partes del roster.

En cuanto a la ofensiva, ya tratamos en el segmento del Licey la considerable baja en la producción de Alcántara en nuestra liga. Al momento Izzy ha regresado a México, en donde presenta una línea de .284/.385/.418 en 67 turnos con el Veracruz. Noten ustedes que el patrón del bajo slugging se mantiene.

Guillén es solo un nombre en este momento, y su status en el mundo de los prospectos me atrevería a decir que no es mejor que el de sus otros nuevos compañeros de equipo. Ya vimos sus números en clase A, y me parece que los Leones no deben estar contando con su ayuda en lo inmediato.

De modo que, sintetizando, los Leones ceden al primer jugador seleccionado en el draft, a un pitcher zurdo cuádruple A (es decir entre Grandes Ligas y AAA) a cambio de un unidimensional slugger de 34 años, con alto salario en el Licey, viniendo de su peor temporada en la liga, y un joven jardinero cuyos bonos van en descenso y que además es intercambiable con tres o cuatro mas del mismo roster del Escogido.

No sé ustedes, pero con esta transacción el Escogido no resuelve su problema del jardín central, y es muy apresurado (y optimista) el asegurar que Izzy se va a destapar con un .270/.350/.480 y ocho jonrones en la liga, y de paso resolverle el problema a la ofensiva de los Leones.

Los Tigres han negociado jugadores que es posible que no le hagan falta dada la construcción actual de su roster, y en el talento que reciben atacan una de las debilidades de su pitcheo y de paso consiguen a un proyecto de receptor que si las cosas le salen bien, podría ser su regular de aquí a un par de temporadas.

Branch Rickey dijo una vez que es preferible cambiar a un jugador un año antes que uno después, y hay que reconocer la audacia de Fernando Ravelo en entender e intentar aplicar este concepto. Independientemente del resultado, el proceso de razonamiento utilizado por el Licey es correcto.

La decisión del Escogido es un tanto más debatible.

Cambio Escogido y Gigantes

La Transacción:

Los Leones del Escogido reciben al Primera base – Bateador Designado y receptor Angel Peña (BD/TD, Liga de Mexico, Oaxaca) de los Gigantes del Cibao a cambio del lanzador Jose Capellán (Derecho, AAA, Milwaukee)

El análisis:

Leones del Escogido

La era de Raymond Abreu en los Leones parece que se va a iniciar con mucha actividad, y muchos comentarios alrededor de la misma. Un par de días después de completar el interesante (y según me he dado cuenta, controversial) cambio con los Tigres del Licey, los Leones se deshacen de otro jugador joven, con status de prospecto, a cambio de otro unidimensional semi-slugger, con historial de productividad en la Liga Dominicana.

No hay que ser demasiado inteligente como para darse cuenta inmediatamente que esta es una transacción que en términos de potencial y nivel de talento al futuro, no es precisamente pareja. Pero concentrémonos en lo positivo para los Leones. Esta muy claro que Abreu ha identificado como el principal problema de su club la producción ofensiva en la etapa inicial (primeras seis semanas) del campeonato. No es un mal análisis. El problema del Escogido las ultimas dos temporadas es que con el nivel de talento a mano les ha sido imposible sobrevivir hasta la llegada de los estelares en diciembre.

Ángel Peña viene de dos temporadas productivas con el equipo de los Gigantes: .284/.374/.547, 11 jonrones en 148 turnos en el 2003-04 y .278/.357/.450, 6 jonrones en 151 en el 2004-05. También como una forma de ubicarnos, Peña batea en este momento .335/.396/.604, 24 jonrones en 331 turnos en Mexico.

Basta una mirada superficial a esos números para sentirse asombrado, pero como en todo, hay muchas mas cosas detrás de la superficie.

Viniendo de una de las organizaciones de Grandes Ligas que más valora la correcta interpretación de las estadísticas y el desempeño, Raymond Abreu no parece haber puesto la atención necesaria a la indiscutible influencia que puede tener el entorno (clima y estadio) en los números ofensivos de un pelotero.

Yo creo que ya todos nos hemos convencido de que el Estadio Julián Javier de San Francisco de Macorís es una especie de estadio de softball comparado con el resto de nuestra liga, y el aumento que provoca en la producción de jonrones es prácticamente increíble. No quiero sonar pretencioso, pero soy uno de los pocos que puede afirmar con convencimiento (porque en verdad he estudiado el asunto) que el Julián Javier aumenta la proporción de jonrones en mas de un cien por ciento, y la producción ofensiva en sentido general entre un veinte y un treinta por ciento. De modo que lo que acabamos de ver hace un momento de Angel Peña, podría no ser completamente cierto. Existe una diferencia muy grande (y me temo que los Escogidistas se van a dar cuenta de ello muy pronto) en jugar 25 juegos como local en el Julián Javier a jugar 25 juegos como local en el Estadio Quisqueya, mas otros cinco con el Licey en el mismo lugar.

Con los totales de la Liga de México ocurre exactamente lo mismo. No solamente es la Liga Mexicana una de las de mas alta ofensiva, sino que además basta con mirar los números del resto de los jugadores de los Guerreros de Oaxaca para darse cuenta de que Peña no está haciendo nada terriblemente distinto al del resto de sus compañeros, lo cual quiere decir que es un estadio que aumenta la ofensiva en forma notable.

En caso de que no me crean:

Félix José : .374/.499/.670, 28 jonrones
Christian Quintero : .348/.398/.521
Jaime Brena : .327/.435/.433
Chad Meyers : .326/.439/.506

De modo que, con todo respeto, si los Leones están esperando una producción similar de parte de Peña, me temo que van a resultar decepcionados.

En cuanto a Capellán, los Rojos entienden que su principal fortaleza está en los lanzadores, y para atacar las debilidades de su roster es preciso desprenderse de algunos de esos brazos. Igualmente Capellán tiene status de prospecto, y las organizaciones de Grandes Ligas suelen ser muy cuidadosas con lanzadores de este tipo y su uso en ligas de invierno. También el Escogido tiene que terminar algún día con el jueguito de usar diez lanzadores distintos todos los dias, y nunca definir los roles en su staff de pitcheo por el exceso de brazos.

Pero...

¿No creen ustedes que es muy poco por un lanzador de 23 años que puede tirar a 97 millas por hora?

Gigantes del Cibao

Siempre los equipos que juegan en estadios extremos tienden a sobrevaluar el aspecto del juego que es influenciado por la condición extrema de su entorno, y subvaluar el que no. Caso en punto, los Gigantes es muy probable que siempre hayan creído que su ofensiva es una de las mejores de la liga y su pitcheo uno de los peores, aun cuando ninguno de los dos casos es cierto.

Tomando eso en cuenta, los Gigantes no se han desprendido de alguien irremplazable en Peña, y reciben un brazo joven, que si lo dejan lanzar y está en salud, vendrá a fortalecer aun más el bullpen del club, que ha sido uno de sus puntos más fuertes (y subestimados) en los últimos tres años.

Capellán era el prospecto numero cuatro, y principal de pitcheo, en la organización de Milwaukee de acuerdo a Baseball America a principios de este año. Después de dominar en tres niveles en el 2004, Capellán estaba proyectado a unirse a la rotación de los Cerveceros quizás a mediados de temporada. Eso no ha pasado, pues lo que temían los Bravos de Capellán – la imposibilidad de desarrollar un tercer pitcheo – ha obligado a los Cerveceros a moverlo al bullpen.

Por supuesto, esto no es enteramente malo. Con su bola rápida (con poco movimiento por cierto) y curva puede que tenga las herramientas a mano para triunfar y ser un hombre de impacto en ese rol. En sentido general Capellán tira una bola rápida consistentemente en las noventa millas altas, incluso a veces por encima de cien millas por hora, y puede mantener esa velocidad durante el juego completo. En su dominante temporada del 2004, Capellán apenas concedió un Jonson, pues en la mayoría de los casos trabaja en la parte baja de la zona de strike. Su curva y cambio necesitan desarrollo, y es por eso la decisión de moverlo al bullpen, es imposible sobrevivir como abridor con solo un pitcheo consistente.

Casi todos los analistas coinciden en que el potencial de Capellán es excelente, lo que esta ahora por verse es si es desde el bullpen que lo va a conseguir. En este momento el joven lanzador tiene marca de 5 ganados, 3 perdidos, 4.07 de efectividad en 27 apariciones, doce como abridor. En 79.2 entradas lanzadas ha permitido 78 hits, 36 bases por bolas y 60 ponches. Habría sido interesante conseguir su actuación a partir de su paso al bullpen, pero no la tengo a mano.

No estoy muy seguro de lo que andaba buscando el Escogido en este cambio. A lo que me refiero es que, por un joven lanzador con ese potencial, el retorno debió ser algo mas que un slugger veterano que anda jugando por México. Es el segundo cambio con estas características que hace el club, y honestamente los tres peloteros que han cedido los Leones tienen mucho mas valor y potencial que los tres que han recibido. Eso, con todo y que hay que reconocer que dos jugadores de posición que juegan todos los dias pueden tener mas valor que dos lanzadores relevistas, que en el mejor de los casos tirarán 60 entradas entre ambos.

Si los Gigantes se dan cuenta que sustituir el bate de Angel Peña no es algo muy difícil de conseguir, y si Capellán participa - como es casi seguro para aclimatarse a su nuevo rol – este es una buena adquisición de parte de ellos.

Carlos José Lugo en TV – CDN Canal 37
Sábado 23 de Julio : 7:00 PM, TBA
Domingo 24 de Julio : 2:00 PM, TBA


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