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Friday, September 26, 2003

Esperanzas Blanqueadas 

Llegamos ya al ultimo fin de semana de la temporada de Grandes ligas con todo prácticamente decidido, y la única duda es quien de los Astros ó los Cubs estará jugando más allá del domingo. Debido a que mi tiempo estuvo muy complicado estas ultimas dos semanas, no tuve la oportunidad de seguir a fondo en Los Últimos Innings las diversas luchas, pero, en una retrospectiva rápida de la división central:

¿Qué diablos pasó con los Medias Blancas? : El nueve de Septiembre Chicago derrotó a los Mellizos de Minnesota 8-6, su quinta victoria al hilo, tomando una ventaja de dos juegos en el liderato de la división central. Lamentablemente el equipo no pudo aprovecharse de ese “momentum” perdiendo los últimos dos de la serie ante Johan Santana y Brad Radke, ese fue el inicio de una racha de diez derrotas en quince juegos que aniquiló a Chicago.

La explicación de esta mini-debacle se resume fácilmente a que los Medias Blancas no pudieron derrotar en el momento mas importante a sus dos principales rivales, Minnesota y Kansas City. Hasta el día de hoy Chicago ha perdido siete de los últimos ocho juegos ante estos dos equipos (cinco en línea ante los Twins), y en ese lapso, Esteban Loaiza, el casi seguro ganador del Cy Young hasta el nueve de septiembre tuvo record de 0 y 3 en sus tres aperturas frente a estos equipos. Lo que es mas, la remozada ofensiva, que desde la pausa del juego de estrellas había estado excelente, apenas pudo anotar diez carreras en las cinco derrotas consecutivas ante Minnesota.

En el lado opuesto, los Mellizos, han tenido el mejor record del ASG hacia acá, y su rotacion de abridores ha sido la razón fundamental de este cambio. Del juego de Estrellas hacia acá esto es lo que ha sucedido:

Brad Radke : 9 - 1, 3.33 ERA, 7 bases por bolas en 89 innings.

Kyle Lohse : 8 - 3, 4.43 ERA, solo seis jonrones permitidos en 81 innings (21 HR/ 116 IP en la primera mitad)

Kenny Rogers : 5 –3 – 4.50 ERA

Johan Santana: 8 –1 – 3.32 ERA

Esa es la explicación, salvo Johan Santana – que es uno de los mejores cinco ó diez pitchers de las Grandes Ligas ahora mismo, y a quien la gerencia insistía en mantener en el bullpen – la mejoría de los otros tres lanzadores ha sido radical y eso les ha dado el titulo por segundo año consecutivo. Nada mal para un equipo al cual el comisionado quería desaparecer de la faz de la tierra.

Me quieren, no me quieren, me quieren, no me... 

Es triste que los Leones del Escogido insistan en tomar posturas y actitudes que lo que hacen es contribuir aun más a alimentar una imagen publica de su gerencia que no es la mejor de todas, quizás hasta inmerecidamente.

El affaire José Guillen es la muestra mas reciente de lo que decimos. Pero primero un poco de historia. No es la primera vez que el Escogido, por razones que yo a veces ni me explico, intenta maniobrar en el medio del draft. El año pasado luego de seleccionar a Yorkis Perez, trataron de que el precio a pagar por el lanzador zurdo fuera rebajado al de un nivel clase A, esto por el simple hecho de que Yorkis lanzó un puñado de entradas en rehabilitación en una liga clase A, tocando la casualidad de que no fue llamado de nuevo al equipo grande y su actuación en el béisbol de Estados Unidos finalizó ahí.

En el caso Guillen lo primero que debo adelantarles es que en nada me sorprende el hecho de que la decisión del presidente de la liga favorezca la posición del Escogido, ustedes perfectamente saben por que lo digo.

La actitud del Escogido (independientemente de la interpretación legal en los estatutos de la liga) es ridícula y hasta infantil. Con muchísima antelación ellos filtraron su intención de no proteger a Guillen por razones que ellos solo sabrán. Con esa acción Guillen se convirtió en la pieza más importante del draft, pero resulta que a la hora del inicio del sorteo, los Leones trataron de retirar a Guillen de la lista dizque porque estaba lesionado... ¿En que quedamos, me quieren ó no me quieren?.

Por supuesto que lo que el Escogido no quería ( y al final consiguió) era que el Licey se quedara con Guillen. Luego de no prosperar el asunto de “la lesión” los Leones apelaron al espíritu de los reglamentos del draft que, según ellos, impide que un jugador seleccionado sea transferido a otro conjunto. El reglamento que existe en la Liga habla de mantener en roster “obligatoriamente” al pelotero seleccionado por el equipo, aunque en ningun lado afirma categóricamente que no permite ser cambiado. Esto quiere decir que la regla queda abierta a interpretación, y el presidente de la liga, abogado al fin, lo interpretó a su manera, que yo no pienso que este mal tampoco y por eso no hago juicio de valor de la decisión de Matos Berrido.

Lo que es un grave error es apoyarse en la Regla 5 de Major League Baseball para justificar la decisión ó el alegato. La Regla 5 no impide las transacciones a terceros equipos de jugadores seleccionados, siempre y cuando se cumpla con las condiciones de la regla que son permanecer en roster de 25 el año completo, ó en lista de lesionados. Por eso entonces el presidente ahora se apoya en “los mejores intereses del béisbol” – lo que sea que eso signifique – para darle peso final a su decisión.

Si lo que el Escogido quería evitar era que Guillen jugara con otro equipo lo único que tenia que hacer era protegerlo, por que eso no les iba a afectar en lo mas mínimo, y no llegar a esta penosa y ridícula comedia de “lo quiero, pero no lo quiero, pero si lo quiero “, que en nada ayuda a la imagen del torneo y peor aun, del Escogido mismo y su dirigencia.

A final de cuentas, si yo fuera liceísta (je, je, je), no me estaría preocupando mucho por haber ó no conseguido a Guillen, de quien siempre he pensado que es un jugador sobreestimado – independientemente de su gran temporada de este año – , que además está lesionado, y que además es agente libre lo cual hubiera retrasado su entrada a juego aun más tiempo, sin considerar el tiempo de rehabilitación de su mano lastimada.



Thursday, September 25, 2003

El Draft 

El draft del béisbol invernal Dominicano está moribundo, ó al menos así lo está su versión de jugadores veteranos. El penoso espectáculo de la pasada semana en Santiago así lo confirma. De 25 posibles selecciones, apenas se produjeron siete, más de la mitad de ellas por un solo equipo, los Azucareros del Este.

Es difícil creer que no existieran más jugadores que pudieran ser atractivos (la lista de jugadores disponibles era un secreto que solo los equipos conocían, la prensa no tuvo nunca acceso a dicha lista), todos los equipos, hasta las Águilas, tienen aunque sea un pequeño hueco que pudieran llenar con algún pelotero disponible en el sorteo. Es una pena. La idea de redistribuir el talento que a unos le sobra ó no necesitan para equilibrar la competencia es algo por lo que mucha gente batalló por muchos años, incluyendo a la persona a quien se dedicó este año el sorteo, Tano Martino.

El problema fundamental del draft de veteranos, en lo cual coincide casi todo el mundo, es la excesiva cantidad de jugadores protegidos, 48. Esa cantidad sobrepasa el limite de talento útil para este béisbol, incluso en los equipos grandes, y es por eso que lo que queda no es muy atractivo. Pero de eso, a no elegir prácticamente a nadie hay un largo trecho.

De acuerdo a Daniel Aquino Hernandez, de los Leones del Escogido, el número 48 no es un numero arbitrario ni inventado, simplemente es la proporción que equivaldría si tomamos en cuenta que los rosters de activos de las Grandes Ligas son de 25 y se expanden a 40 protegiendo 15 jugadores. Entonces Aquino, haciendo gala de su formación de ingeniero, nos explica por simple regla de tres que para un roster de 30 deben protegerse 8 peloteros más, ó sea cuarenta y ocho.

La explicación es tan lógica que hasta lo parece, el único problema – y eso lo sabe perfectamente Aquino, Hijo – es que en nuestro béisbol los rosters de activos no son en realidad de 30, sino mas bien de TODA la reserva. Y es que, verán ustedes, aquí existe una practica llamada sube y baja que en términos prácticos provoca que los rosters de activos no tengan limite.

Una segunda explicación es la economica. Trescientos mil pesos por un pelotero de primer nivel es una cantidad apreciable (casi dos meses de salario de Felix José) y es posible que la actual realidad financiera de los equipos no les permita disponer de casi un millón de pesos para invertirlos en peloteros que, según el criterio de la gerencia, no son esenciales. Claro, esto es una consecuencia de la sobreprotección, porque el Licey si estuvo presto a pagar 300 mil pesos (y dos peloteros) por José Guillen.

El draft de veteranos, con sus necesarias adecuaciones, es útil y cumpliría su objetivo. Ojala y los intereses de los mismos equipos, que han retorcido el espíritu original del sorteo, no lo hagan desaparecer.

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