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Thursday, April 14, 2005

Who’s a Bum? 

Almost fifty years after, the city of Brooklyn will have back, almost with its entire splendor, the original flag commemorating the 1955 world championship of their beloved Dodgers.

Sometimes I wonder how the things would have developed if Brooklyn decided to build Walter O’Malley the stadium and concessions he demanded at the time. Of course, that is assuming O’Malley truly wanted to stay in Brooklyn, and not move his team to the west coast, which is a wrong assumption. O’Malley was very aware of the economic importance of the move to the virgin and booming lands of the west. But back to the idea, the first thing is that the Mets would not exist today, the second is, would have been the Yankees able to maintain their hegemony sharing the market with two franchises with similar – not equal – hordes of fans?

What about the L.A. market, all of it only for Gene Autry? And San Francisco and the Bay Area for Charlie O. Finley?

Answers we will never know.

¿Quién es un vagabundo? 

Después de casi cincuenta años la ciudad de Brooklyn recuperará, casi con todo su esplendor, el banderín original del único campeonato mundial obtenido por los Dodgers en 1955.

A veces me pregunto que tal habrían sido las cosas si Walter O’Malley hubiera conseguido su objetivo y las autoridades de Brooklyn le construyeran su estadio. Claro, esto es asumiendo a que O’Malley tuviera en verdad la intención de quedarse en Brooklyn y no irse a la costa oeste, que es una presunción equivocada. O’Malley estaba plenamente consciente de lo que significaba en términos económicos moverse a tierras vírgenes. Pero volviendo a la idea, lo primero es que los Mets no existirían. Lo segundo es, ¿Habrían podido los Yankees mantener su hegemonía compartiendo el gigantesco mercado con dos franquicias con legiones similares – no iguales – de seguidores?

¿Quién entonces se habría quedado con el mercado de Los Angeles para sí solo? ¿Gene Autry? ¿Y San Francisco y el área de la bahía? ¿Charlie O. Finley?

Preguntas cuyas respuestas nunca sabremos.

Comebacks 

Two very important men in the aspirations of their respective teams came back to action yesterday. Mark Prior threw six solid innings, different to what happened in his rehab outing at Iowa last week. Of course, what is really important here is not what actually happened yesterday, but what is going to happen from today on. What I mean is, How Prior’s ailing elbow is going to react? And especially, see if Dusty baker will finally realize the importance of handle this guy’s arm with care, the same with Kerry Wood’s and Carlos Zambrano’s

In Boston Curt schilling was equally in good form, and during the first five innings and ninety four pitches, he was almost vintage Schilling. From then on, his inexplicable desire to demonstrate I don’t know what, pushed him to throw the sixth, against three lefthanded hitters, despite signals of fatigue in the fifth. The result? A quality start transformed into a mediocre one, and at the same time instead of the Red Sox being in a position to win the game, those probabilities were ruined.

One want to think that Terry Francona and Dave Wallace had plans of remove him from the game after 85 or 90 pitches, and that Schilling talked them out of it. Then again, What’s a manager authority and good judgment good for if that’s the case?

Even though the results were not the best, the Red Sox should be satisfied with the outing. Schilling seemed to have no problems pushing forward from his right ankle, and his mechanics were consistent enough, judging from the command showed during the game.

He’ll be fine.

Regresos 

Dos hombres muy importantes en las aspiraciones de sus respectivos equipos regresaron a la acción ayer. En Chicago Mark Prior tiró seis entradas muy buenas, distinto a lo que ocurrió en su salida de rehabilitación en Iowa. Claro que lo más importante aquí no es tanto lo que haya sucedido ayer sino a partir de hoy. A lo que me refiero es ¿cómo va a reaccionar el codo de Prior luego de varias salidas?, y especialmente ver si Dusty Baker entiende la importancia de manejar con cuidado el brazo de este hombre, e igualmente el de Kerry Wood y Carlos Zambrano.

En Boston Curt Schilling se presentó igualmente en buena forma y durante cinco entradas y noventa y cuatro lanzamientos fue el mismo Schilling de siempre. A partir de ahí, su inexplicable afán de demostrar yo no sé qué, lo impulsó a salir a tirar el sexto, ante tres bateadores zurdos, y ya habiendo mostrado señales de fatiga en el quinto inning. ¿El resultado? Una salida de calidad se convirtió en mediocre, y de paso Schilling en vez de dejar a su equipo en posición de ganar el juego, estropeó esas probabilidades.

Uno quisiera pensar que Terry Francona y Dave Wallace tenían planeado retirarlo después de 85 ó 90 pitcheos y que Schilling los convenció de lo contrario. Pero entonces, ¿De qué sirve el buen juicio y la autoridad del manager?

Si bien los resultados no fueron los mejores, los Medias Rojas deben estar satisfechos con la salida. Schilling no pareció tener inconvenientes al impulsarse desde su pie derecho, y sus mecánicas estuvieron bastante consistentes a juzgar por el comando que mostró durante el juego.

Tuesday, April 12, 2005

Bola de Cristal v.2005 

Feliz día y semana de apertura a todos ustedes. La acción de las Grandes ligas está de vuelta, y no podría ser en un momento más oportuno. Luego de un invierno de firmas tontas, libros escandalosos y prensa y congreso de Estados Unidos iniciando una cruzada moral – con todas las implicaciones que conlleva en auto-proclamarse en velador de la moral y buenas costumbres – por fin volveremos a disfrutar de placeres algo más dulces, como un turno de Albert Pujols, por ejemplo.

Obviamente una nueva temporada de Grandes Ligas tiene que venir acompañada de predicciones y análisis de los diferentes equipos y el futuro que les podría esperar en los próximos seis meses. Plenamente conscientes de que a lo largo de todo ese tiempo pueden ocurrir un sinnúmero de eventos inesperados que cambien el curso de las cosas – lesiones, por ejemplo – permítasenos aventurarnos en el ocasionalmente fútil ejercicio de pronosticar lo que va a ocurrir entre hoy y octubre en cada una de las seis divisiones. Como el espacio es limitado, el asunto será breve. De todos modos, tomen nota y escríbanme de regreso en octubre reprimiéndome.

Liga Americana – División Este

En el este de la Liga Americana nuevamente la historia debe ser Medias Rojas y Yankees posiblemente con algo de ruido por parte de los Orioles, quienes irremediablemente quedarán en el camino debido a las dudas en su pitcheo abridor, y el continuo declive de alguno de sus veteranos. Regresando a las Super-Potencias de la división, la opinión generalizada (y convencional) de la mayoría es que los Yankees no deben perder por la rotación de abridores que se gastan. Muy bien, pero no debemos olvidar el hecho de que los Yankees ignoraron una vez mas sus graves problemas defensivos en el outfield e igualmente tendrán una apestosa banca, realmente vergonzosa para un equipo con una nomina de 200 millones de dólares. Los Medias Rojas por su lado sufrieron la perdida de Pedro Martinez y Derek Lowe, pero yo no descarto que la combinación de Matt Clement y David Wells supla la actuación combinada de los dos anteriores. Recordemos que Lowe lanzó de forma horrible hasta octubre, de modo que en términos netos la diferencia podría no ser tanta.

En lo que se refiere a Toronto y Tampa Bay, los primeros deben mejorar después de una temporada con muchas lesiones importantes, aunque algunos de los movimientos realizados por J.P. Ricciardi en la temporada muerta no parecen venir de alguien con su pedigree. Los Blue Jays son ahora dueños del SkyDome (Rogers Centre, de ahora en adelante) y Ted Rogers promete aumentar la nomina en el futuro cercano. Los Devil Rays poco a poco tienen un grupo de jugadores de alto potencial en ascenso que podrían conformar un núcleo interesante en unos tres años, pero falta bastante para eso.

Predicciones astrológicas:

Boston
New York
Baltimore
Toronto
Tampa Bay



Liga Americana – División Central

De la división con los miembros del G7 pasamos ahora a la de los países del tercer mundo, o algo parecido. Minnesota ha dominado la división a su antojo por tres años consecutivos, y este no parece será la excepción. Los Mellizos tienen el mejor dúo de abridores en la división – Johan Santana y Brad Radke – un bullpen lleno de brazos de poder y un buen núcleo de jugadores. Cleveland estuvo en competencia hasta agosto, ha mejorado un poco su bullpen e igualmente posee un buen núcleo de jugadores jóvenes. La lucha podría ponerse interesante si el pitcheo de los Indios aguanta. Los Medias Blancas estuvieron muy activos cambiando el roster y ajustándolo a una nueva filosofía de juego. Los resultados al final no me parece que vayan a ser demasiado distintos. Chicago debe quedar debajo de los Indios en el standing, y quien sabe. Los Tigres deben aspirar también a pasarle a Medias Blancas, y aunque los equipos que mejoran de forma tan dramática de un año a otro – como hicieron los Tigres – tienden a descender al tercer año, pienso que Detroit puede acercarse a jugar para quinientos. Jeremy Bonderman es un nombre a considerar en lo adelante, en un patrón de desarrollo que algunos analistas consideran similar al de Ben Sheets. Finalmente los Reales de Kansas City tendrán otra temporada muy difícil en donde la única cosa atractiva será el lanzador Zack Greinke. Hasta donde una temporada con cerca de cien derrotas puede afectar la seguridad del trabajo de Tony Peña es una de las interrogantes del año.

Predicciones astrológicas:

Minnesota
Cleveland
Detroit
Chicago
Kansas City

Liga Americana – División Oeste

El oeste se convierte nuevamente en la división más interesante de la liga. Anaheim (ó Los Angeles, si usted gusta) tratará de defender su titulo apoyado en una gran profundidad ofensiva, en donde incluso dos talentos como Juan Rivera y Casey Kotchman iniciarán la temporada sin puestos. Yo me confieso no ser un enamorado de algunas decisiones de los Angelinos – como su irracional debilidad por Darin Erstad – pero no hay dudas que este es el equipo al cual hay que vencer. Su bullpen es quizás su principal activo, y deberá ser fundamental para apoyar una rotación con interrogantes. Yo no sé que pensar de Bartolo Colon y Kelvim Escobar – su mejor abridor en el 2004 – tiene algunas molestias en el brazo iniciando la temporada.

Los Atléticos, por su lado, han sido rechazados por la mayoría de la prensa tradicional, fruto de la decisión de salir de dos de sus tres grandes lanzadores abridores. A mi juicio aquí se pierde un poco la gran perspectiva (the bigger picture, dicen en ingles) de lo que hay detrás de la decisión de Billy Beane. Puesto que todo este proceso merece su propia columna, solo me voy a limitar a decirles que Oakland no va a ser un equipo malo. De hecho, a mi no me sorprendería verlos otra vez en la pelea e incluso hasta ganar. El bullpen que tendrán ahora será espectacularmente efectivo, e incluso hasta comparable al de Anaheim. Es mi opinión, veremos en octubre quien estaba en lo correcto.

Seattle intentará cambiar su rumbo del 2004 apoyados en las firmas de Adrián Beltré y Richie Sexson, uniéndolos al espectacular Ichiro. Aun así el pitcheo en sentido general del club no me inspira toda la confianza del mundo, y la verdad yo no me arriesgaría a calificarlos de realmente competitivos. Quizás lo hagan por dos ó tres meses, pero al final se han de quedar cortos. Por ultimo en Arlington los Vigilantes esperan construir sobre la base de los logros del 2004, y el hecho de contar con un gran manager, sí bien bastante sicorrigido. ¿Qué decirles? La supuesta gran ofensiva de este equipo es una ilusión creada por su estadio y aunque yo pienso el mundo de Orel Hershiser, no sé si el polvo mágico con el cual sopló a sus pitchers surta el mismo efecto. Para competir los Vigilantes necesitan otra gran actuación de su bullpen, y mejorar una mediocre ofensiva.

Predicciones astrológicas:

Los Angeles – Anaheim
Oakland
Seattle
Texas

Un par de ultimas notas al margen sobre esta división: Lo primero es que me seduce la idea de pensar en que los cuatro podrían terminar sobre quinientos, aunque el hecho de jugar la mayoría de los juegos entre ellos mismos lo podría evitar – si es que realmente hay marcadas diferencias entre Los Angeles / Anaheim y el resto. Lo otro es que igualmente me siento tentado a dar a Oakland de favorito. Casi lo hago, de hecho.


Liga Nacional – División Este

Una división muy complicada esta. Al menos cuatro de los equipos tienen diversas razones para creerse el mejor de la misma, y eso puede que nos brinde una excitante lucha por ver quien se queda al final con el banderín. ¿Será este el año en el que al fin alguien destrone a los Bravos? Es sumamente riesgoso decir esto, pero yo me inclino a pensar que sí. Detrás de Tim Hudson hay interrogantes en la rotación, pues nadie puede asegurar que John Smoltz pueda aguantar 180 entradas sin romperse algún ligamento en su codo reparado. Lo otro es que un equipo que se considere competidor debería tener mejores alternativas que Raul Mondesí y Brian Jordan en las esquinas del outfield.

Para muchos Omar Minaya tuvo la mejor navidad de todos los Gerentes generales, firmando los dos principales agentes libres del mercado. La rotación de los Mets luce profunda en el papel (aunque yo todavía no entiendo el ridículo contrato a Anna, perdón, Kris Benson que dislocó todo el mercado) e igualmente su lineup luce bastante sólido. El gran problema es el bullpen, realmente corto en profundidad. El asunto es que si una organización es inteligente, un buen bullpen se puede construir de la nada, Rick Peterson sabe que eso es posible por su experiencia en Oakland. Ya veremos.

Los Phillies eran los señalados a terminar con la dinastía de los Bravos hace dos años, pero entre la inhabilidad de Ed Wade para buscar mejor apoyo para el núcleo de jugadores (especialmente en medio de la temporada) y el pobre manejo de Larry Bowa, Philadelphia se quedó en el camino. Ahora hay un manager que es la antitesis de Bowa – Charlie Manuel – pero al mismo tiempo el núcleo del equipo empieza a entrar en edad, y a veces eso es peligroso. No sé que decirles, supongo que los Phillies estarán entre al menos cinco o seis equipos luchando por el wildcard en septiembre.

Otro equipo con bastante apoyo de la prensa son los Marlins, campeones de la Serie Mundial en el 2003. La adquisición de Carlos Delgado le da a los Marlins el bateador zurdo de importancia que les hacia falta hace tiempo, y si lo unimos al extraordinario Miguel Cabrera, es una combinación capaz de dar dolores de cabeza a muchos lanzadores de la Liga Nacional. El pitcheo abridor es otra razón por el afecto que muchos sienten por los peces. Este puede ser el año en que Josh Beckett, A.J. Burnett y Dontrelle Willis hagan una imitación de Maddux, Glavine y Smoltz a todos nosotros, y eso es lo que excita a diversos analistas. En mi caso me voy a mantener cauto, y recordar que la profundidad de los Marlins no es mucha, que Juan Encarnación podría tomar seiscientos turnos mediocres, y una que otra cuestión negativa. El diagnostico es similar al de los Phillies.

Para terminar, la capital de la nación más poderosa del mundo tendrá béisbol por primera vez en una generación cuando los antiguos Expos jueguen su primer juego en el Estadio Robert F. Kennedy. Los Nacionales son claramente el peor equipo en la división, y la verdad es que la mayoría de los movimientos del nuevo Gerente General Jim Bowden no auguran muchas cosas buenas. Mi deseo es que Nick Johnson al fin este saludable y Brad Wilkerson y Chad Cordero continúen su progreso, pues de otro modo, este va a ser un equipo bastante malo. Primero en la guerra, primero en la paz y ultimo en el este de la Liga Nacional.

Predicciones astrológicas:

New York
Florida
Philadelphia
Atlanta
Washington

Liga Nacional – División Central

La Central es una división marcada por un vaivén entre lo bueno y lo mediocre durante ya varias temporadas. En el caso particular de la temporada pasada hubo un súper-equipo, dos consistentemente buenos y competitivos, y tres absolutamente mediocres. Para el 2005 los Cardenales deben retornar como los favoritos prohibitivos de todo el mundo, lo cual resulta lógico. Es difícil que un equipo con semejante núcleo ofensivo – de proporciones históricas el año pasado – sufra un descalabro total y repentino de una temporada hacia otra. Los Cardenales tienen una nueva combinación de dobles matanzas, y han creen haber conseguido en Mark Mulder el as de rotación que claramente les faltó en la Serie Mundial pasada.

¿Es todo entonces felicidad? Como siempre yo tengo algunas dudas, aunque no voy a decir que sean espectacularmente negativas ni mucho menos. Por ejemplo, ¿ es el Mulder de hoy el Mulder que todos aprendimos a querer en Oakland, ó es aquel que literalmente no podía sacar un out después del Juego de Estrellas? ¿Cuántos juegos podrá jugar Larry Walker sin torcerse ó desgarrarse alguna parte de su frágil cuerpo? ¿Qué tanta será la diferencia entre el diminuto David Eckstein y Edgar Renteria? ... y etcétera. Creo que deben ganar, probablemente no tan fácil como en el 2004, especialmente si...

... Los Cubs de Chicago logran contar con al menos ochenta y cinco aperturas de Carlos Zambrano, Mark Prior y Kerry Wood. Esto es sumamente importante porque la verdad es que la ofensiva no luce para nada impresionante. Tener a Nomar Garciaparra desde el inicio debe ser de mucha ayuda, pero si la producción en las esquinas de los jardines al menos no se acerca a un setenta y cinco por ciento de lo que aportaron Samuel Sosa y Moisés Alou, los Cubs perderán unas cuantas carreras de su total del 2004. Como siempre el factor Dusty Baker y su manejo de los lanzadores abridores, confusión en cuanto a la administración de los roles en el bullpen (la cháchara esta de que LaTroy Hawkins, un buen pitcher, no tiene “temperamento” de cerrador) y una banca sospechosa, son factores que Chicago deberá resolver para que su temporada no sea torpedeada.

Sobre Houston, perder a sus dos mejores jugadores ofensivos (Carlos Beltrán y Jeff Kent) vía la agencia libre es suficientemente negativo, pero no conforme con ello, su otro bateador de importancia – Lance Berkman – va e estar fuera al menos el primer mes y medio por lesión. Esto nos deja con un outfield de Luke Scott, Willy Taveras y Jason Lane. Cuando la ofensiva de un equipo descansa sobre los hombros de dos jugadores en un marcado y progresivo declive como Jeff Bagwell y Craig Biggio, los augurios no deben ser muy positivos. Los Astros también tienen un bullpen lleno de interrogantes salvo el caso de Brad Lidge. No creo que este equipo vaya a perder noventa juegos, pero dudo mucho que ocurra lo del año pasado otra vez.

Los Rojos de Cincinnati parece que serán bien entretenidos, capaces de producir carreras si sus jardineros se mantienen de una sola pieza, y con un cuerpo de lanzadores que hace imaginar muchos scores 9-8, 11-9, 12-8 y así por el estilo. Este es otro equipo que necesita de una alineación casi perfecta de los Astros (y no hablo de la alineación de Houston, pero ustedes entienden la idea) para competir con los Cardenales ó el wildcard. En este momento, eso yo no lo veo.

En Milwaukee los Cerveceros continúan su lenta salida de la mediocridad, esta vez apoyados en una genuina superestrella como Ben Sheets, y una posible mejoría ofensiva apoyada en la adquisición de Carlos Lee. Todavía el proceso debe completarse con la llegada a Grandes Ligas de J.J. Hardy, Rickie Weeks, Prince Fielder, David Krynzel, Corey Hart y Dennis Sarfate, de modo que de competitividad no hablemos sino hasta el 2007 cuando menos.

De los Piratas lo único que me animo a decir sobre esta lamentable franquicia en completo estado vegetativo es que, cualquier equipo de béisbol que considere a Tike Redman como un tercer bate viable, no importa el proceso de racionalización que se haya utilizado para llegar a esa conclusión, esta condenada a no ser tomada en serio por nadie.

Predicciones astrológicas:

St. Louis
Chicago Cubs
Cincinnati
Houston
Milwaukee
Pittsburgh

Liga Nacional – División Oeste

En realidad no muchas cosas han cambiado en esta división en teminos prácticos. Varios equipos con fallas – Dodgers, Gigantes y Padres – regresan a competir por un titulo divisional destinado al que de ellos pueda sobreponerse a dichas fallas. Los Dodgers regresan como el campeón defensor, aunque a juzgar por la opinión generalizada de la mayoría, en especial de la prensa en la ciudad de Los Angeles, este es un equipo destinado a pelear el sótano con los Rockies. Esta percepción, por supuesto, esta a años luz de distancia de la realidad. De hecho, independientemente de mis simpatías, los Dodgers tienen el mismo chance de ganar que el año pasado, especialmente si tienen suerte en un par de cosas.

No hay dudas que la partida de Adrián Beltré fue algo no deseado, pero si se examinan las transacciones realizadas por el Gerente General Paul DePodesta, lo que han perdido los Dodgers entre lo que se fue y lo que llegó, no es tan colosal como para aventurarse a pronosticar un equipo sin talento para competir. A mi juicio, si J.D. Drew esta saludable y juega al menos 145 juegos, la ofensiva va a ser decente. Yo espero mejores resultados del vilipendiado Hee Seop Choi, igualmente una temporada sólida de parte de Jeff Kent, cuya presencia es un significativo upgrade ofensivamente hablando con relación a Alex Cora, y mucho menos dañino a la defensa de lo que la percepción nos hace ver. No hay dudas que hay puntos débiles, como la tercera base – especialmente si Tony Valentín mantiene el declive de la segunda mitad del 2004 – pero ahora con la llegada de Jason Phillips, hay al menos una solución medianamente decente en la posición de catcher.

Sobre el pitcheo, a medida que pasen los días, y eventualmente se integre Brad Penny, el pitcheo va a ser competente. Este no es un mal equipo, como a cualquiera las cosas podrían salir mal y lesionarse un par de hombres clave, pero pensar en un declive absoluto es realmente desproporcionado.

Y para hacerle las cosas un poco mas cómodas a los Dodgers, los Gigantes van a perder por no se sabe cuanto tiempo a El Mas Grande Jugador desde Willie Mays, y la razón fundamental por la que este equipo se ha mantenido en pelea con un roster poco emocionante. La estrategia de acumular tantos jugadores veteranos como sea posible en algún momento le va a reventar en la cara a Brian Sabean. Sin Barry Bonds, este no es un equipo excepcional, y aun con él, me parece un exceso decir que es el mejor equipo de la Liga Nacional, como un Gerente General supuestamente le dijo a Peter Gammons. Al momento de escribir estas líneas Moisés Alou tiene una pantorrilla lesionada, y puede ir rumbo a la lista de incapacitados. Eso deja a los Gigantes con un outfield de Pedro Feliz, Marquis Grissom y Michael Tucker.

Nada mas que agregar Señor Magistrado.

Los Padres de San Diego es el equipo que muchos perciben como el beneficiario – y por ende medianamente favorito para ganar – de la ausencia de Bonds. Suponemos que ya entrando en un segundo año en Petco Park, sus sluggers tendrán que adaptarse a la dura realidad de que este definitivamente no es un estadio hecho para ellos, y entonces harán los ajustes de lugar. Algo que es preciso señalar es que los Padres no son precisamente un equipo de jovencitos. Al menos cinco de los ocho regulares tienen ya treinta ó más años, lo que quiere decir que la ventana de oportunidad del actual grupo está achicándose y no lo contrario. El núcleo ofensivo descansa en esos veteranos – Brian Giles, Phil Kevin, Mark Loretta, Ryan Klesko y Dave Roberts – de modo que cualquier descenso inoportuno en el desempeño del grupo, puede colocar la producción de carreras del club en dificultades. Por otro lado, no hay dudas que Jake Peavy y Khalil Greene son jugadores jóvenes con mucho talento y en ascenso, y esta podría ser una buena mezcla si los veteranos mantienen sus niveles de desempeño.

Este es un equipo competitivo, con muy buenas oportunidades de ganar la división.

Las Diamantinas de Arizona tuvieron que pagar el precio en el 2004 de su victoria en la Serie Mundial del 2001. Todos aquellos contratos a jugadores veteranos, con enormes sumas pagaderas a futuro, minaron la flexibilidad financiera del equipo al mismo tiempo que, como era de esperarse, muchos de esos veteranos súbitamente enseñaron sus canas en el terreno.

La situación en el terreno y las finanzas del club se llevaron de encuentro al principal dueño, Jerry Colangelo, y ahora el club está en manos de un nuevo grupo quien designó al antiguo agente de jugadores Jeff Moorad como su presidente. Las primeras acciones del grupo fueron recapitalizar el mismo – supuestamente casi en la bancarrota – y proceder agresivamente en el mercado de agentes libres. Desgraciadamente sus aventuras en ese terreno no iniciaron de buena manera, pues una de las primeras acciones fue la de firmar por una ridícula cantidad de dinero a un lanzador como Russ Ortiz, quien es la quinta esencia del cuarto ó quinto pitcher, pero no alguien a quien con quien se adquiera semejante compromiso monetario. La firma de Troy Glaus – aunque también riesgosa – es más justificada porque al menos Glaus ha tenido temporadas de súper-estrella cuando ha estado saludable.

Como transformar un equipo de 111 derrotas en uno competitivo de la noche a la mañana es todavía una pregunta sin muchas respuestas. La estrategia de Arizona se asemeja a la utilizada por David Dombrowski en Detroit el año pasado, y a fin de cuentas los Tigres – pese a un extraordinario repunte – no pudieron siquiera jugar quinientos. La presencia de Glaus, Shawn Green, el retorno saludable de Luis González y José Cruz, Jr. en el jardín central deben de mejorar la producción ofensiva. El pitcheo es otra historia. Aun suponiendo que Javier Vázquez regresara a los niveles de sus años en Montreal, nunca va a estar al nivel del hombre a quien sustituye, Randy Johnson. Luego de él está Brandon Webb y la esperanza que regrese a ser el pitcher del 2003 – uno de los mejores de la liga – pero a partir de ahí, la parte trasera de la rotación no luce para nada inspiradora. Si uno se fija únicamente en los nombres, sin excavar mas a fondo, hay los elementos de un equipo decente y hasta competitivo. El problema aquí es que existen muchas fallas estructurales para considerarlos realmente una amenaza de pasar de mendigos a millonarios en menos que canta un gallo.

Por ultimo uno de los grandes misterios de la humanidad sigue sin descifrarse en Colorado. En el momento que alguna mente brillante encuentre la solución al enigma de cómo construir un equipo competitivo jugando en la atmósfera liviana de la ciudad de Denver, el descubrimiento estará a la par con la cuestión del ADN ó la Teoría de la Relatividad de Albert Einstein. Dan O’Dowd, indiscutiblemente un hombre con probadas luces ha intentado diversas teorías, pero a la vez ha cometido quizás el error de cambiar de rumbo sin dar el tiempo suficiente a que ninguna de ellas funcione. No hay muchas cosas que ver por el momento para los Rockies, quienes nuevamente tienen destinado el sótano, a pesar de algunos jugadores jóvenes de talento en el camino y ya arriba como Jeff Francis, Ian Stewart, Chin Hui Tsao, entre otros. Es muy posible que otro sótano, e incluso un mal inicio, le cueste definitivamente el puesto al Gerente General O’Dowd.


Predicciones astrológicas:

Los Angeles (sí, me atreví, ¿y que?)
San Diego
San Francisco (si Barry juega 110 juegos)
Arizona
Colorado

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