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Thursday, November 06, 2003

Tres a la vez 

La mejor idea de la historia de esta pelota, y la cual le debemos a la audacia del Dr. Julio Hazim, es las transmisiones televisivas simultaneas de todos los equipos. No es solamente la posibilidad de poder ver los tres juegos al mismo tiempo, sino de observar con un poco más de detalle situaciones del juego de las cuales es virtualmente imposible percatarse en la prensa escrita al día siguiente.

Otra de las bondades de ver el juego es observar a los jugadores, y específicamente aspectos que tampoco son interpretables en la prensa escrita. Por ejemplo, a los lanzadores y como están tirando. Su staff, localización, movimiento, los bateadores y su approach en el home, los jugadores a la defensa (esta ultima parte mucho más complicada de seguir y evaluar en TV, a diferencia de las otras) y algunas otras cosas más.

Anoche estuve siguiendo los tres partidos hasta prácticamente el final de cada uno (aunque con más interés los de Santiago y Santo Domingo) y el primer detalle que me gustaría señalar es el de lo bien que lucieron algunos de los equipos a la ofensiva.

Ya había mencionado que la ofensiva de los Azucareros me parecía productiva, y efectivamente en los primeros seis juegos no nos han hecho quedar mal. Los Toros han vapuleado al Escogido (cuyo pitcheo no permitió carreras hasta el tercer juego de la temporada) en dos partidos consecutivos, llevando su racha de victorias a cinco y manteniéndose cómodamente en el primer lugar. En este momento el único punto que se pudiera señalar como debilidad en ese lineup, es el hecho de que sus tres principales bateadores importados (Luke Allen, Chat Tracy y Jarrod Patterson) con zurdos, además de un par de ambidextros como son Juan Melo y Eddy Garabito.

Un lanzador abridor zurdo de calidad (los cuales no son abundantes en esta liga) podría neutralizar este grupo de bateadores, y en el medio de un partido ese grupo de bateadores consecutivos le puede facilitar la vida en términos tácticos al manager contrario a la hora de buscar matchups favorables. De hecho, el manager de las Estrellas Dino Ebel, tres veces en los dos juegos entre ambos equipos, ha traído un pitcher zurdo contra este grupo, resultándole el movimiento dos veces (con Efraín Valdez el primer juego y Junior Cabrera en el segundo) y fallándole en otra (Wandy Rodríguez a.k.a. Eny Angel Cabreja en el segundo juego)

Lo ideal para los Azucareros sería conseguir un par de bateadores derechos de cartel. Pero digamos que uno de ellos es seguro en la persona de Angel Berroa, aunque la llegada de Berroa implicaría definiciones en cuanto al juego de Garabito y/o Carlos Febles, para eso siempre está el bateador designado disponible para insertar a alguno de ellos. El otro bate sería el del catcher Brad Cresse, pero últimamente las habilidades ofensivas de Cresse se han deteriorado al punto de que yo no contaría con mucha productividad de su parte.

Y para terminar con los Toros (de los cuales he hablado más de la cuenta en los dos últimos blogs) la adquisición de Hector Carrasco es interesante porque cubre un poco el que precisamente habíamos señalado como el principal problema del equipo, profundidad en el pitcheo. Un eventual bullpen construido alrededor de José Valverde, José Paniagua, Erick Eckenstahler y Carrasco debe ser uno capaz de sacar outs en el ultimo tercio del juego.

En Santiago las Estrellas pusieron a sonar sus bates por primera vez en todo el año, y un auspicioso debut de Martín Vargas con su nuevo equipo condujo a los Elefantes a una fácil victoria de 8 por 1 ante las Aguilas. Cuatro hombres que no habían estado produciendo mucho lo hicieron ayer - Wilton Guerrero, Pablo Ozuna, Abraham Nuñez y J.D. Closser – y esas son buenas noticias para las Estrellas.

Creo que la mayoría está consciente de que el record de 1 y 4 no reflejaba el nivel de juego de este equipo, y ese record negativo es un producto directo del haber perdido cuatro juegos por una carrera. Una de las verdades no aceptadas por los tradicionalistas en el béisbol es que no existe ninguna prueba de que exista habilidad alguna para que un equipo gane ó pierda partidos por una carrera. Los estudios han revelado que el azar influye mucho en el resultado final de estos juegos cerrados, y eventualmente, en una muestra representativa, el record en juegos por una carrera de un equipo tenderá a ser muy parecido a su record verdadero, ó simplemente tenderá a estabilizarse en .500.

Es por eso que yo no he intentado sobre analizar demasiado el mal comienzo verde, porque sé perfectamente que con un poco de suerte ese 2 y 4 pudiera bien estar invertido. Es cierto que el relevo ha perdido la ventaja en cada una de las cuatro derrotas, pero también la defensa y la falta de bateo oportuno han jugado su papel en ellas.

Dejando de lado la ofensiva, creo que la gran historia del juego de anoche fue el pitcheo de Martín Vargas quien blanqueó durante seis entradas a los cibaeños, permitiendo solo tres hits y ponchando a seis. Aunque concedo que por ahora estas parecen unas Aguilas de juguete, no creo que hay que restarle meritos a la labor de Vargas. Su comando estuvo bien, con buena velocidad y lanzando de forma muy suelta y fluida.

Vargas lanzó este año en Japón, con los Dragones de Chunichi, y la verdad sus números no fueron buenos (0-2-6.65 ERA, 21.2 IP, 34 H, 9 BB, 15 K) pero hay que ver si también él lanzó en una especie de liga menor que hay en el Japón y de que forma lo habrá hecho. De todos modos los resultados de ayer fueron insuperables. Por cierto, y terminando con el tema de Vargas, este parece haber aprendido algunos trucos de los Japoneses. Sus mecánicas están completamente transformadas, con una pausa prolongada antes de hacer el envió, e incluso colocándose antes de iniciar el windup la mano derecha en la cintura de forma muy curiosa. El otro truco es un pitcheo por el lado del brazo que Vargas enseñó dos ó tres veces en el juego.

Los Orientales han tenido ahora tres salidas buenas consecutivas de parte de sus abridores. Esteban Yan el lunes en Santo Domingo, Efraín Valdez el martes en San Pedro de Macorís y Vargas anoche en Santiago.

El otro juego que seguí con mas atención fue el de Gigantes y Licey. Manny Aybar lució dominante durante su primer paso por el lineup de los Gigantes, pero a partir de ahí estos comenzaron a ligarle y de repente le colocaron cinco carreras en la pizarra, y justo así una animada asistencia Liceista en el Quisqueya comenzó a tener pesadillas de un 2 y 4 en su mente. Los Tigres sin embargo, descontaron ventaja rápido en la parte baja del inning aprovechando batazos remolcadores del debutante Carlos Peña y Cody McKay, este ultimo un doble sobre la cabeza de Julio Ramirez, y luego un error del primera base Francisco (Deivi) Santos en un rodado inofensivo de José Herrera permitió anotar las carreras tres y cuatro. En este caso la defensa saboteó a los Potros, aunque los Liceistas dirán que fue un poco la ley de la compensación por el seguro jonrón de tres carreras que la brisa le robó a Izzy Alcantara.

Finalmente en el sexto McKay conectó su jonron de dos carreras y luego de un sencillo de Erick Aybar, Félix Pié dio triple, en donde hizo galas de su meteórica velocidad en las bases. En el relevo José Rojas lanzó un par de buenas entradas sustituyendo y Melqui Torres también lució bien en el relevo.

El Licey retorna a .500 de nuevo, y de paso continúan haciendo anuncios de entrada de jugadores de importancia. Ayer fue Carlos Peña, para el viernes es Andy Abad y posiblemente Manny Martinez, y en el fin de semana Ronnie Belliard y Timoniel Perez., ademas de que Vladimir Nuñez ya supuestamente se reportó a las oficinas del club.

El torneo pausa hoy (jueves) y ya a partir de mañana viernes veremos que tal resultan las transformaciones del Licey, y si los Azucareros continuarán su marcha ascendente. Me parece que es una semana importante para las Estrellas quienes se estarán enfrentando tres veces al Licey y dos a los Azucareros, y lo ideal para las Estrellas sería al menos ganar tres de esos juegos y el otro frente a los Gigantes el sábado en su casa, de suerte y manera que puedan alcanzar jugar para quinientos.

Monday, November 03, 2003

!Play Ball! 

Aunque parece apenas ayer que vimos a las Aguilas reafirmar su condición de amos y señores de la liga, en una extraña serie final contra el Escogido – digo extraña porque fue a la vez: fácil (barrida), cerrada (poca diferencia de carreras) y deslucida – desde el viernes pasado nuestra pelota está de regreso, en un torneo que por lo que se ve superficialmente, aparenta ser uno de los más interesantes de los últimos años.

Todavía es muy temprano para uno comenzar a analizar cosas de cada equipo, apenas van tres juegos, y además, una buena parte del personal que está hoy en el terreno de juego, empezará lentamente a desaparecer de la vista de todos dando paso a peloteros de más nivel.

Por lo que pudimos ver durante el fin de semana, ciertamente el torneo puede que sea bastante equilibrado. Vimos a los Azucareros un par de veces y realmente nos agradó el equipo que han conformado. El medio del lineup con Luke Allen, Juan Melo, Chad Tracy y Jarrod Patterson puede ser muy peligroso, y si los hombres que están delante de ellos en el lineup (Esteban Germán, Carlos Febles y Eddy Garabito) logran embasarse de forma al menos aceptable, este es un buen equipo ofensivo. Superficialmente puede que no se note en los números, pero hay que tener en cuenta que está el Francisco Micheli de por medio, el peor estadio ofensivo de la liga, por mucho.

Por cierto, hablando de la ofensiva de los Toros, el manager Luis Silverio utilizó a Eddy Garabito de tercer bate en el juego del domingo en San Pedro de Macorís, y estuvimos comentando en la transmisión lo curiosa de la decisión del capataz. El tercer bate de un equipo tradicionalmente es el mejor bateador del mismo, y aunque Garabito ha probado ser un jugador con sus utilidades (al menos en esta liga) no es menos cierto que en un lineup con los cuatro anteriormente mencionados, y quizás hasta Germán y Febles, él sea la mejor opción para ocupar el puesto que en teoría, es uno de los más importantes de un lineup. Sería interesante escuchar la explicación de Silverio al respecto.

Me parece que la debilidad de los Azucareros nuevamente estará en el pitcheo, específicamente en el bullpen antes de José Valverde. Los Toros tienen menos profundidad que los otros equipos, y aunque la presencia de José Paniagua ayuda, no es lo suficiente para compensar dicha debilidad.

En cuanto a las Estrellas el equipo ha iniciado con 1-2, aunque perfectamente hubieran podido ganar los tres juegos (como también perderlos) de no ser por su bullpen, y en el caso de ayer, bullpen situacional y pobre defensa. En el ataque el equipo tratará de utilizar la velocidad como arma principal, según nos dejó hacer ver el manager Dino Ebel en una entrevista que le hicimos ayer para la televisión de San Pedro de Macorís.

Ebel se definió como un dirigente agresivo que gusta del uso de la velocidad y de “provocar situaciones”, al tiempo de que advirtió que estaremos viendo muchos corridos y bateo y robos de base, sobre todo con jugadores como Wilkin Ruan, Victor Mercedes y Freddy Sánchez. No hay que ser muy inteligente para darse cuenta de que Ebel parece ser un alumno aventajado de la escuela de Gene Mauch, es decir que al hombre le gusta el “smallball”.

Y ello no pudo ponerse más en evidencia cuando en el partido del domingo Ebel mandó a sacrificarse a su quinto bate, J.D. Closser, quien es el segundo ó tercer mejor bateador de las Estrellas, y no solo una, sino dos veces. Lo más raro de todo fue en las circunstancias de ambas jugadas, la primera vez con hombres en primera y segunda sin outs, y las Estrellas con ventaja de tres carreras en apenas el quinto episodio. En esa ocasión Closser falló el primer intento, y luego no hubo necesidad de insistir porque el pitcher de los Toros cometió balk moviéndose los corredores sin necesidad del sacrificio. En la segunda vez Ebel llamó el sacrificio con Felix José corriendo en primera, y una vez más los Azucareros le facilitaron la vida a las Estrellas con wild pitch que avanzó a José a segunda colocándolo en posición anotadora son outs, bateando uno de los bateadores más peligrosos del club. Pero para sorpresa de todo el mundo, Ebel mantuvo la señal de sacrificio para mover a tercera a José, y de hecho Closser se sacrificó “exitosamente” moviendo al corredor.

Debo curarme en salud y advertir que yo no estoy ya criticando al manager de las Estrellas en apenas el tercer juego, lo anterior es un simple planteamiento de una estrategia que a mí me pareció sumamente curiosa por las otras alternativas que el dirigente tenia a su disposición. Solo eso.

En otras notas rápidas del primer fin de semana, el pitcheo del Escogido lució magnifico las primeras dos fechas con blanqueadas consecutivas, y el domingo Rafael Soriano – probablemente el pitcher de mas cartel del torneo – tiró cinco entradas excelentes, aunque eventualmente su equipo no pudo batear y fue blanqueado por el Licey 4-0.

Por cierto, y hablando del Escogido, he escuchado a muchos de los amigos que cubren los partidos en la capital, estar muy impresionados con algunos de los infielders jóvenes de los Leones, específicamente Enrique Cruz y José Morbán. Ambos tienen en común ser jugadores reclamados en el draft de Regla V, y ambos haber permanecido en grandes ligas por esa situación sin estar debidamente listos para ese nivel.

Cruz bateó .085/ .145/ .099 en 71 turnos con los Cerveceros de Milwaukee, quienes seleccionaron a Cruz de la organización de los Mets de New York en diciembre pasado. La lista de jugadores de posición reclamados en la Regla V, y a su vez mantenidos todo el año en el equipo grande, es realmente muy reducida en términos de éxito. El factor fundamental es que el jugador pierde por completo un año de desarrollo por el simple hecho de tener que ser mantenido en el roster de 25, y en el caso de Cruz, exactamente eso es lo que pasó este año. Cruz es sumamente atlético, tiene herramientas y bateó .291 en el 2002 en la difícil Liga de la Florida con apenas 20 años. Pero por el otro lado, apenas recibió 32 bases por bolas y conectó solo 29 extrabases, lo que quiere decir que le falta bastante todavía por desarrollar en dos aspectos fundamentales como son el poder y el control de la zona de strike.

Morbán es el mismo caso que Cruz. Seleccionado por los Orioles desde los Vigilantes (vía Minnesota) Baltimore lo mantuvo en el equipo todo el año y en 71 turnos Morbán bateó .141/ .187/ .225. Un shortstop con el potencial de convertirse en un jugador de cinco herramientas no hay dudas que es algo que no se anda viendo todos los días, pero reitero que un año perdido de desarrollo suele pesar mucho más en estos casos.

No todos los días aparece Roberto Clemente en la Regla V.


Los Tigres del Licey inician aquejados de algo que les ha perseguido en los primeros días del torneo los últimos años, y es falta de ataque. Claro está que de todos esos hombres en el terreno los únicos que están supuestos a ser regulares son Cody McKay y John Buck, y quizás Henry Mateo. Según aparece en la prensa del lunes dentro de diez días el Licey está supuesto a recibir la integración de D’Angelo Jiménez, Andy Abad, Timoniel Perez, Izzy Alcantara, Carlos Peña, Ronnie Belliard, Manny Martinez y Salomón Torres. Un equipo totalmente distinto al que estamos viendo hoy.

Manny

Por ultimo, no he tenido tiempo de hablar del caso Manny Ramírez, pues por asuntos de trabajo después de la Serie Mundial mi tiempo ha sido escaso, y en el fin de semana me dediqué a terminar el análisis de los importados, que por cierto espero les haya agradado. Mi opinión es que los Medias Rojas, más que disgustados con los publicitados problemas de actitud de Ramírez, lo que andaban buscando es un poco de flexibilidad moviendo el gigantesco contrato de Ramírez, al cual se le adeuda casi 90 millones de dólares por los próximos cinco años.

Ramírez es uno de los mejores bateadores del planeta, pero en el mercado actual, luego de la corrección experimentada hace dos años, un contrato de esa magnitud es tremenda camisa de fuerza para cualquier equipo, mercado grande ó no.

Hay que recordar que Boston tiene pendientes al final de la próxima temporada los casos de Pedro Martínez y Nomar Garciaparra, quienes no cabe dudas estarán tras la búsqueda de unos cheques gigantescos cada uno.

Lo único malo que queda de todo esto es que Ramírez, quien no fue reclamado por nadie estropeando los planes de Theo Epstein, tendrá ahora menos razones para sentirse a gusto en Boston, un lugar al que aparentemente nunca quiso ir de antemano.

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