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Saturday, November 01, 2003

Los Refuerzos 

Tal y como prometimos hace unos días vamos a aprovechar el inicio del béisbol profesional de invierno, temporada 2003-2004, para uno por uno analizar los refuerzos contratados por los seis equipos, y ofrecerles una oportunidad de formarse un juicio del tipo de pelotero que van a ver a partir de este viernes 31.

Ya hace mucho que se sabe que los peloteros importados no son decisivos para el desempeño de los equipos, pero no hay dudas que uno que otro jugador bien seleccionado, y por supuesto con deseos de jugar, puede ser de muchísima ayuda a la hora de redondear un club en esta liga. Por no remontarnos demasiado, en los últimos dos ó tres años hemos tenido importados de actuaciones realmente sobresalientes y que han sido piezas clave en sus respectivos equipos. Citando algunos: Eric Byrnes, Andy Abad, Morgan Ensberg, Ty Wigginton, Luke Allen, entre otros.

Posiblemente, ó más bien casi seguro, más de la mitad de los jugadores que analizaremos aquí no terminarán la temporada en el país, pero eso no invalida el análisis de todas maneras. Sabemos que la información que acerca de sus refuerzos ofrecen los equipos por razones obvias debe ser lo más optimista posible, e incluso se omiten algunos detalles “ no convenientes “, y esa precisamente es la razón fundamental de este trabajo. Como me imagino se darán cuenta, el análisis es lo más objetivo posible, y el hecho de que nosotros formemos parte del staff de uno de los equipos no va a ser una limitante a la hora de dar una opinión. El beisbol invernal no es ciencia exacta muchas veces, y puede ser que un jugador resulte ser exactamente lo contrario de lo que nosotros pensamos, pero reitero la frase, eso no invalida el análisis, que es lo importante, no tanto los resultados. Los numeritos de cada jugador estan adjuntos en el link con su nombre, solo hay que presionar y seran enviados a una pagina con las estadisticas completas de este año.

Disfruten, y si tienen alguna duda ó queja, en el lado superior izquierdo está el link a mi correo electrónico, siéntanse libres de opinar.

Aguilas Cibaeñas

Robert Ellis, Lanzador Derecho

Robert Ellis es un jugador perfectamente conocido por todos sobre el cual creo que no hay que abundar demasiado. Esta será la cuarta ocasión en que juegue en el país, esta vez con las Aguilas. El año pasado Ellis lanzó con las Estrellas, equipo al cual se unió tarde, y con el que realmente no tuvo una actuación sobresaliente, a diferencia de las otras dos ocasiones en que lanzó en el país con Estrellas y Azucareros. Uno de los graves problemas de Ellis con los Orientales fue su falta de estamina (ó ausencia de forma, para ser claros), y principalmente su inhabilidad de poder hacer de out a los bateadores zurdos. Sus números este año en triple A, como se ve, no son para nada impresionantes, y aunque fueron en la Liga de la Costa del Pacifico, el estadio de Oklahoma favorece a los pitchers.

Particularmente preocupante es su pobrisima proporción de ponches a bases por bolas. Ellis parece haber perdido por completo la habilidad para ponchar, lo que indica que su actuación ira muy de la mano del tipo de defensa que tenga detrás de él en las Aguilas. Pese a esto, Ellis es un lanzador veterano que si puede tener comando de sus pitcheos, una buena defensa detrás, y mantenerse alejado de los batazos largos, puede ser un hombre útil para los campeones.


Jason Ellison, jardinero

Ellison encaja en el molde de algunos jardineros que han traído las Aguilas últimamente (Micah Franklin, Darrell Sherman, Anton French) pequeño, con cierta velocidad y joseador – aparentemente - . Ellison tiene ya 26 años y fue drafteado de la universidad. Durante los años que tiene firmado, es decir desde el 2000, siempre ha tenido buenas actuaciones ofensivas. Su actuación más discreta fue en el 2002 cuando jugó en la Liga de California, clase A con el equipo San Jose (.272/ .327/ .357) pero esa es una liga difícil para bateadores, y el estadio de San Jose uno que disminuye la ofensiva notablemente, ese mismo año en AAA (PCL) sus números mejoraron a .311/ .389/ .408.

El poder obviamente no es el fuerte de Ellison, pero sus dobles siempre han sido bastantes, tiene buena velocidad, se poncha poco, recibe algunas bases por bolas y es un buen jardinero defensivo. A mi juicio Ellison es una buena adquisición de parte de las Aguilas y posiblemente uno de los pocos jugadores que se mantenga el año completo, si es que su contrato así lo prevé.

Doug Linton, lanzador derecho

El padre de Linton lanzó con el Escogido hace muchísimos años cuando pertenecía a los Azulejos de Toronto y fue traído de Venezuela en un playoff... ¿Qué dicen ustedes? ¿Qué este es realmente Doug Linton?... En serio, Linton es un lanzador de casi 40 años con toda una carrera en las ligas menores, y este año en triple A volvió a lanzar para su organización original, los Blue Jays. Sus números, como se ve, no fueron nada auspiciosos (a la Robert Ellis) aunque Linton demostró aun mejor control que Ellis (lo cual es bueno) y mejor proporción de ponches. A diferencia de Oklahoma, el de Syracuse es un estadio que favorece a los bateadores, por tanto la labor de Linton fue relativamente mejor que la de Ellis. Al igual que Ellis, Linton es un lanzador con bastante experiencia en el caribe, e incluso el año pasado tuvo un gran año con Bayamon en Puerto Rico (6-2-2.08, 56 K/ 13 BB, 69.1) como ocurre con Ellis, el riesgo es elevado, pero posiblemente el retorno del riesgo puede ser de mucho valor para las Aguilas.

Carl Sadler, lanzador zurdo


Sadler es un lanzador de 27 años perteneciente a Cleveland cuyo rol ha sido casi exclusivamente como lanzador relevista. Sus actuaciones en las menores han sido marcadamente inconsistentes yendo desde muy buenas (1.88, 2.33, 1.93 ERA en Clase A, AA y AAA) a muy malas (6.63, 6.50, y 6.28 ERA en los mismos tres niveles en años distintos) entre el medio de esas actuaciones, Sadler lanzó 20 entradas con los Indios en el 2002 haciéndolo relativamente bien (4.43 ERA, 23K) en el rol de zurdo especialista.
Obviamente su actuación en AAA de este año no es muy esperanzadora, y a decir verdad las Aguilas traen un lanzador de este tipo todos los años, le pagan el primer mes y luego lo mandan para su casa por lanzar mal. Puede ser el caso con Sadler, aunque este tiene a su favor una interesante habilidad para ponchar que siempre le ha acompañado.

Mitch Walk, lanzador zurdo


Walk fue una especie de lanzador utility cumpliendo el doble rol de relevista y abridor con los Navegantes de Norwich en Doble A. Su comando es average porque a las 55 transferencias hay que sumarle la llamativa cantidad de 14 pelotazos, lo cual convierte su proporción de ponches a bases/HBPs en mediocre. Es probable que Fermín use a Walk en la rotación para tener un zurdo en ella en principio.


Azucareros del Este

Luke Allen, jardinero



Otro conocido, y de gran actuación con los Toros el año pasado. Allen bateó .316/ .399/ .520, con 7 jonrones y 35 empujadas. Si usted le suma a esos números, de por sí magníficos, que Allen los compiló jugando la mitad de sus juegos en el más extremo estadio de lanzadores de la liga, el Francisco A. Micheli, pues su labor se engrandece. Allen es un gran atleta, con un gran brazo, buena velocidad y mucha energía en el terreno. Lamentablemente para él, los avances que logró en el 2002 tanto en la Liga Dominicana como en AAA, se desvanecieron con un año mediocre en uno de los entornos que más favorece a la ofensiva de todo el beisbol organizado en Colorado Springs. Allen necesita retomar el sendero de avance del año pasado, sobre todo el control de la zona de strike exhibido aquí con los Toros. No hay dudas que otra buena actuación en este beisbol le conviene para recuperar su status en el beisbol organizado.

Brad Cresse, catcher

Cresse es otro pelotero que regresa con Azucareros, aunque en su caso su participación fue mucho más efímera que la de Allen. Para muchos analistas Cresse estaba al borde de las Grandes Ligas luego de debutar con muy buenas actuaciones ofensivas en las temporadas del 2000 y el 2001 entre clase A y doble A. Desdichadamente, la defensa de Cresse siempre ha sido cuestionable, y cuando en los dos últimos años su ofensiva ha descendido notablemente, también lo ha hecho su status de prospecto. Su control de la zona de strike se ha deteriorado a niveles casi irreversibles en los últimos dos años, y honestamente en este momento Cresse tiene poco futuro de grandes ligas. En su breve actuación de 9 juegos con Azucareros Cresse bateo .323 en 31 turnos, pero esa por supuesto es una muestra muy poco representativa para establecer conclusiones de cómo le ira en esta ocasión a Cresse.

Un catcher con pobre defensa y ofensiva en deterioro no es precisamente un candidato a comerse el pavo en el país.

Eric Eckenstahler, lanzador zurdo

Eckenstahler es un lanzador zurdo de 6´7´´ de estatura de la organización de Detroit, cuyo principal rol siempre ha sido el de zurdo relevista, ya últimamente siendo más un zurdo especialista. Eckenstahler tiene una bola rápida average y un sólido lanzamiento rompiente y debe ser una de las principales alternativas de Luis Silverio en el bullpen.

Peter Munro, lanzador derecho

Munro es un joven veterano de liga menor originalmente producto de los Blue Jays. En el 2002 sorpresivamente Munro tuvo una sólida temporada con los Astros como abridor de emergencia y en poco más de 80 entradas Munro compiló efectividad de 3.57. La razón principal del éxito de Munro ese año fue la notable mejoría en el comando de su curva, lo que por supuesto trajo como consecuencia una importante reducción en su numero de bases por bolas concedidas.

Lanzando en La Romana un lanzador como él puede ser exitoso, al menos superficialmente. Su experiencia de varios años como abridor en las menores es importante en una liga como la nuestra. Una adquisición interesante de parte de los Toros.

Jarrod Patterson, IF/OF



Patterson es un tercera base bateador zurdo, ya con 30 años, que ha tenido sólidas temporadas a nivel de AAA, principalmente en el 2001 (.296/ .385/ .484) y 2002 (.295/ .366/ .485) en la organización de Detroit. Patterson ha demostrado en el pasado reciente que puede batear, aunque este año su labor con los Reales en AAA no fue nada extraordinaria. Su poder de extrabase y buen conocimiento de la zona de strike lo convierte en un jugador interesante, sobre todo si los Toros lo colocan mayormente en tercera, ó aprovechan algo de su versatilidad dándole juego en los jardines y la primera base. Potencialmente un buen pelotero para la liga.

Chad Tracy, 3B/1B



Tracy es un tercera base bateador zurdo, firmado apenas hace dos años, y cuyos promedios de bateo en sus tres primeros años completos han sido de .340, .344 y .324. Tracy tiene un swing de los que llaman de “libro de texto” de lo elegante que es, y es un excelente bateador de contacto, que se poncha muy poco. Su numero de bases por bolas no es abundante, pero eso en parte se compensa por sus pocos ponches. Tracy aun no desarrolla poder de jonron (y probablemente no lo haga) pero ha conectado 69 dobles en dos años, lo cual quizás sea hasta más conveniente en el Francisco Micheli, que es un parque terrible para los bateadores de jonrones. A la defensa Tracy recibe buenas calificaciones gracias a un primer paso ágil, manos suaves y rápidas y un fuerte brazo. Puesto que Tracy es más prospecto que Patterson y mejor a la defensa, uno se imagina que él y no Patterson ocupará la tercera base de los Toros este año. Tracy es el prospecto de mas cartel en la liga, y posiblemente una buena importación por parte de los Toros, si es que su mente está en jugar fuerte.

Mike Saipe, lanzador derecho


Uno de pocos refuerzos en la historia de nuestro beisbol en participar en cinco ocasiones distintas. La diferencia es que en esta ocasión Saipe estará vistiendo una chaqueta diferente a la de las Estrellas. Los dos primeros años de Saipe con los Elefantes fueron excelentes, siendo uno de los cuatro ó cinco mejores lanzadores abridores de la liga en cada ocasión. En su tercera temporada Saipe tuvo problemas en el codo teniendo que retirarse del torneo temprano, y naturalmente tirando con mucho menos efectividad que antes. El año pasado su rol con los Orientales fue distinto, siendo utilizado por Manny Acta desde el bullpen, con apenas una ó dos salidas como abridor. Su actuación fue inconsistente y eventualmente Saipe se marchó del país por la enfermedad de su padre.

El perfil de Saipe es muy similar al de Ellis, con la diferencia de que Saipe es un poco más joven. Todos conocemos el modus operandi de Saipe, es un lanzador con una bola rápida de 87 a 88 millas, una gran curva y pitcheos de baja velocidad. Como todo lanzador de este tipo su éxito depende exclusivamente del comando de sus pitcheos y de evitar el batazo largo. Lanzando en el Micheli es casi seguro que Saipe sea un lanzador exitoso, sobre todo si su defensa lo apoya, porque el jonron en el dicho parque es un evento escaso. Los números de Saipe en AAA se ven peor de lo que en realidad son dado el contexto en que se produjeron. El Cashman Field de Las Vegas es una caja de fósforos infernal para cualquier lanzador.

Reitero que no me sorprendería un buen regreso de Saipe lanzando con los Toros en un entorno más adecuado para sus condiciones como lanzador.


Leones del Escogido

Jon Adkins, lanzador derecho


Adkins es un antiguo producto del sistema de Oakland quien estuvo envuelto en el cambio que envió a los Atléticos a Ray Durham en el 2002. La mejor actuación de Adkins hasta ahora fue en el 2000 en nueve partidos en la Liga de California Clase A. Adkins ha demostrado ser un lanzador con buen comando y que ha podido controlar los jonrones que le conectan. Adkins no parece tener mucho futuro de grandes ligas, pero podría ser un lanzador útil para el Escogido.


Jamie Burke, C/1B


Burke tuvo bastante buen año con el bate con el equipo Charlotte de la Liga Internacional con promedio de .322, aunque por otro lado, su poder de extrabase es limitado y su cantidad de bases por bolas recibidas nada extraordinario. De todos modos, un catcher que pueda batear trescientos y poncharse poco tiene sus usos, sobre todo si puede jugar defensa al menos aceptable.


Lance Davis, lanzador zurdo


Este lanzador zurdo repite con el Escogido luego de tener una buena actuación con los Leones la temporada pasada. Davis ha permanecido en la organización de los Rojos de Cincinnati desde que fue firmado en 1995. Su status como prospecto se elevó luego de una buena actuación entre AA y AAA, en el 2001 luego de un par de meses fue subido al equipo grande donde abrió 20 juegos, lanzando 106 innings con efectividad de 4.74. Ese medio año no le aseguró nada a Davis quien al año siguiente regresó a AAA, lanzando mal y siendo incluso degradado a AA en donde su actuación fue ligeramente mejor. Este año tiró de nuevo en Louisville (AAA) y tuvo un año irrelevante y mediocre.

Davis es un lanzador curioso en el sentido de que tiene un montón de trucos en su sombrero – buen comando, buen fildeador, buen viraje a las bases – pero en el fondo la combinación de esas cosas no producen un pitcher que usted pueda considerar de categoría. Naturalmente, en un beisbol como el nuestro él puede ser – como lo ha sido – un lanzador de éxito simplemente a base de localización, buen control y evitar extrabases. Me parece que los Leones no hacen mal en darle una segunda mirada a Davis.

Derek Lee, lanzador zurdo


Lee es el genérico lanzador zurdo que depende esencialmente de un repertorio de lanzamientos rompientes para sobrevivir porque su bola rápida no pasa de 87 y 88 MPH. Lee posee los tres pitcheos básicos de baja velocidad – curva, slider y cambio – y su comando de ellos generalmente es bueno. Lee ha sido abridor en las menores, incluso este mismo año, pero eventualmente correrá la misma suerte de otros lanzadores con sus características, y es transformarse en un zurdo especialista del bullpen, que bien puede ser su rol con los Leones.

Jason Michaels, outfield


Michaels es la principal contratación de los Leones y un pelotero en el cual ellos tienen cifradas muchas esperanzas para este año. Durante un par de años ha sido el jugador más importante de la banca de los Phillies bateando .267/ .353/ .476 en el 2002 y .330/ .416/ .569. Michaels ofrece un buen conjunto de sólidas herramientas, puede jugar todas las posiciones del outfield, e incluso los Phillies en una ocasión intentaron probarlo en el infield para aumentar su versatilidad y valor.

Michaels ha colocado números sólidos durante dos años y más de doscientos turnos en Grandes Ligas, de modo que eso puede ser un indicativo de que se convierta en uno de los principales jugadores de la liga este año. Una buena contratación de los Leones. Michaels es además un “joseador” lo cual le hará ganar los bonos y simpatías de los comentaristas del patio.

Keith McDonald, catcher

McDonald es un veterano de ligas menores quien a pesar de sus pobres números este año en AAA, ha demostrado en el pasado que no es un completo cero con el bate en las manos. En una ocasión incluso – aunque hace ya bastante, 1999 – bateó por encima de .300 entre AA y AAA. Su poder nunca ha sido mucho, aunque ha mejorado con los años, y su control de la zona de strike es al menos aceptable.

Estrellas de Oriente

Jeff Andra, lanzador zurdo

Andra ha sido el refuerzo misterio del torneo hasta ahora, porque nadie ha podido dar con pista alguna de su actuación de este verano, e incluso en años anteriores. Lo que he podido averiguar es que Andra lanzó en el beisbol de Taiwan en donde ganó catorce juegos, perdió tres y obtuvo lo que en esa liga equivale al jugador más valioso, y naturalmente pitcher del año. De más está decirles que a este pitcher hay que observarlo en el terreno para llegar a algún tipo de conclusión de la clase de stuff que tiene.



Greg Bauer, lanzador derecho


Bauer es un relevista intermedio que lanzó todo el año con el Jacksonville, sucursal AA de los Dodgers, precisamente bajo la dirección del manager Oriental Dino Ebel. Bauer concedió más hits que entradas, su proporción de bases por bolas a entradas y a ponches fue mediocre, aunque apenas permitió dos jonrones en 86 innings que es destacable. Por lo que se puede ver en los números su principal problema está en el comando de sus pitcheos.

Tanto el coach de pitcheo de las Estrellas, Mark Brewer, como el manager Ebel conocen bien a este pitcher, y deben estar bien conscientes de sus fortalezas y debilidades.

J.D. Closser, C/1B


Closser es la clase de jugador que si su enfoque ofensivo (poder y paciencia en el home) es entendido por la concepción tradicionalista del beisbol que tenemos los Dominicanos, puede ser de inmenso valor para las Estrellas. Relativamente joven, 23 para 24 años, Closser es un producto original de las Diamantinas de Arizona, cambiado luego a los Rockies y este año jugó para la organización de Texas en AAA. Closser ha podido batear en todos los niveles que ha jugado, y su experiencia en AAA este año fue su primera exposición a ese nivel. En el 2001 con el Lancaster de la Liga de California, clase A bateó .291/ .379/ .506, aunque esos números hay que reconocer que son un poco inflados por el estadio de Lancaster que favorece notablemente a los bateadores. Pero al año siguiente con el equipo Carolina de la Liga del Sur, doble A, Closser bateó un sólido .283/ 370/ 498. Eso es destacable porque el jugador estuvo subiendo un nivel, jugando en un entorno menos favorable para la ofensiva, y aun así compiló buenos números.

Es por eso que el .283/ .359/ .471 de este año en la Costa del Pacifico debe ser considerado bueno, porque estamos hablando de un catcher jugando por primera vez en ese nivel de competencia.

La defensa de Closser varia en opiniones. Para muchos todavía esta cruda, pero mejorando y otros señalan que la movilidad y el “footwork” detrás del plato es lento. Su brazo tiene ratings que van desde poderoso hasta mediocre, pero mejorando. En el pasado Closser ha tenido problemas al devolver la pelota al lanzador y en muchas ocasiones se pone de pies para devolverla (el síndrome de Mackey Sasser)

A mi me gusta Closser, y ojalá pueda tener un buen comienzo con las Estrellas y que sobre todo se pueda entender el tipo de pelotero que es. Los Orientales están supuestos a traer otro catcher, Koyie Hill, así que está por verse cual de los dos será el catcher de todos los días. En cualquier caso, uno de los dos podría ser primera base ó designado. Como ultima nota, Closser es el único importado (que yo sepa) con su propia pagina web, visítenla.

Koyie Hill, catcher


Koyie Hill es originalmente un tercera base, drafteado de la Universidad de Wichita State en el 2000, a quien los Dodgers convirtieron en catcher luego de firmarlo. Los resultados de la conversión hasta ahora han sido satisfactorios porque los reportes de su defensa han sido generalmente buenos. Los analistas opinan que Hill tiene buen brazo y sus instintos en el home son buenos para alguien relativamente inexperto en la posición.

Ofensivamente Hill ha demostrado que puede batear, aunque ha tenido tendencia a ser un bateador de rachas quien fácilmente se puede meter en un slump prolongado. A partir de su segunda temporada como profesional, en el 2001, Hill comenzó a batear, poniendo números ese año de .301, con 8 jonrones, 79 empujadas y 20 dobles en 134 juegos, jugando con el Wilmington, clase A. Al año siguiente Hill fue promovido a la Liga del Sur, doble A, donde bateó .271/ .372/ .398 en casi 500 turnos, pero esos totales no dicen toda la historia. Hill inició el año como una tromba bateando de hit en 30 de los primeros 31 partidos y entonces ahí aparecio el slump, marcado por un deterioro del control de la zona de strike de Hill, hasta que en las ultimas semanas de la temporada mejoró, terminando relativamente bien.

En este año la historia es similar. Hill inició la temporada repitiendo el nivel con Jacksonville, en donde no pudo batear nada, y luego de su promocion a AAA su bate recobró la vida. De la actuación de Hill hay que señalar algunos puntos importantes: lo primero es que batear .314 jugando en Las Vegas no es nada extraordinario, por lo que ya hemos mencionado del estadio. Ademas el hecho de que solamente pudiera conectar tres jonrones es bastante curioso, y por ultimo, el deterioro de su habilidad para controlar la zona de strike y reconocer los pitcheos ha pasado de castaño a oscuro, puesto que este año el pelotero recibió apenas 16 bases por bolas no intencionales en 413 turnos oficiales. Aunque Hill recompensa un poco esto con un numero reducido de ponches recibidos, no hay dudas de que su progreso con el bate, y sobre todo su tendencia a entrar en rachas negativas, depende fundamentalmente de que el recobre la paciencia que le caracterizó en sus primeras tres temporadas como profesional.

Brian Mallette, lanzador derecho (USA Stats)


(JAPAN Stats)


Mallette es un lanzador derecho firmado originalmente por los Cerveceros de Milwaukee, organización en la que pasó toda su carrera hasta llegar a los Dodgers el año pasado. Despues de estar estancado en clase A por tres temporadas Mallette dio el salto, exitosamente, a AA en el 2001 compilando record de 7-2-1.96, en 44 juegos como relevista con 17 salvamentos, 23/71 BB/K en 55 entradas. Ese mismo año fue promovido a AAA lanzando aun mejor, 1.06 ERA, 8/23 BB/K en 17 entradas. En el 2002 el derecho tuvo efectividad de 2.78 en el mismo nivel, tirando en 45 juegos y nuevamente con una excelente proporción de ponches a bases por bolas y entradas (17 BB, 50 K). Mallette terminó la temporada en el equipo grande, en donde fue bateado pero solo en cinco entradas, y evidentemente se perfilaba como un candidato a luchar por un puesto en el bullpen de los cerveceros este año.

De repente algo raro empezó a pasar con Mallette. En el invierno del 2002-03 se fue a la liga de Puerto Rico a lanzar con el Santurce y en cinco juegos y 3.2 entradas permitio seis hits, seis carreras limpias y seis bases por bolas sin ponchar a nadie, con una efectividad obscena de 14.73. Al llegar el verano Mallette apenas lanzó en un juego en Las Vegas, en un rol no acostumbrado de abridor y su contrato aparentemente fue vendido al beisbol del Japón en donde, de acuerdo a las estadísticas que tenemos, lanzó curiosamente poco y mal.

Un lanzador que ha tirado exitosamente por dos temporadas en circuitos avanzados, y de repente tiene problemas para sacar outs y lanza poco, solamente indica una cosa y es problemas en el brazo. Esto es por supuesto una especulación de mi parte, pero los hechos no me llevan a pensar otra cosa. A Mallette habrá que verlo lanzar para llegar a una conclusión, y si resulta ser el pitcher del 2001 y 2002, entonces es una gran adquisición para las Estrellas.

Takahito Nomura, lanzador zurdo


Una cosa es cierta en cuanto al nuevo Gerente General de las Estrellas Rafael Avila, en su primer campeonato no ha tenido temor en romper con la tradición y ser creativo a la hora de conseguir refuerzos. Cuatro lanzadores de los cinco que traen las Estrellas lanzaron en las Ligas de Japón y Taiwan, incluyendo dos nacionales japoneses entre los cuatro. Uno de ellos es este Nomura, de 34 años quien está lanzando desde 1992 en el beisbol de las grandes ligas del Japón. Por lo que se ve, Nomura ha sido mayormente un relevista en su carrera, y su efectividad de por vida es de 3.21.

Consistentemente, al menos en su apogeo, Nomura ponchaba más hombres que las entradas que lanzaba y con bastante buen control. A partir de 1997, sin embargo, las entradas lanzadas de Nomura comienzan a descender y sus números a desmejorar. Su ultima temporada completa fue en el 2001 con los Gigantes de Yomiuri (Tokio) donde lanzó 37 entradas con efectividad de 4.62. En el 2002 no lanzó, al menos en la Liga Japonesa, y este año con el Nippon-Ham Fighters apenas participó en seis juegos y solo 5.1 entradas (11.81 ERA). Como comentamos en el caso de Mallette, ese patrón de eventos lo único que sugieren es molestias en el brazo, y en el caso de Nomura que ya tiene casi 35 años, parece ser el veterano que está batallando por fortalecer de nuevo su brazo luego de algún tipo de cirugía y poder regresar a lanzar en el nivel anterior, Japón en este caso.

En su apogeo Nomura fue un buen lanzador, pero de su ultima buena temporada hace ya casi cinco años, de modo que esta vez hay que confiar en las habilidades de Avila como scout y pensar que Nomura tiene lo suficiente en la bola para tener éxito en este beisbol.

Masato Yoshii, lanzador derecho


Yoshii es un pitcher muy conocido por todos quien durante varios años tiró en grandes ligas con actuaciones aceptablemente buenas con los Mets, Rockies y Expos. En su estadía en las mayores Yoshii fue el típico quinto abridor, rol que desempeño con cierto éxito durante todos esos años, ofreciendo a sus equipos entre 150 y 170 entradas de actuación average, que no es mas de lo que se le pide a un quinto abridor. En el 2002 Yoshii lanzó con los Expos compilando efectividad de 4.11 en 131.1 entradas. Al final de esa temporada Yoshii fue sometido a cirugía del hombro para reparar un cartílago torcido (el labrum).

Los problemas en el labrum, el cartílago que encapsula el mango del rotor con el hombro, son generalmente críticos para los lanzadores. Aun así Yoshii logro regresar y lanzar más de 70 entradas este año en Japon, aunque los resultados fueron los esperados para un hombre retornando de una cirugía en el hombro. Está claro que Yoshii viene a Dominicana a seguir el proceso de fortalecimiento de su brazo, y de paso exhibirse a ver si alguna organización de grandes ligas se anima a darle algún tipo de contrato para el 2004.


Predecir el desempeño de un lanzador que viene de un proceso de rehabilitación es muy difícil, y este es el caso de Yoshii. Al igual que con Mallette y Nomura, el tiempo será el juez en los tres casos.


Gigantes del Cibao

Craig Brazell, primera base


Brazell fue drafteado de la secundaria por los Mets en 1998 y entró en el radar de prospectos luego de una buena temporada en la Liga del Atlántico Sur, clase A en el 2001 cuando bateó .308, con 19 jonrones y 72 empujadas en 83 juegos. Brazell estaba repitiendo la liga en el 2001, pero los Mets se entusiasmaron de todos modos con su actuación por ser aun relativamente joven para el nivel. Al año siguiente Brazell fue promovido a la Liga de la Florida, clase A, en donde su actuación fue superficialmente buena (.266, 16 HR, 25 2B) considerando el contexto y eso incluso le valió una promoción a AA, en donde bateó mejor incluso, en 130 turnos, conectando 6 jonrones y bateando .308. Ese mismo año en la Liga de Otoño de Arizona Brazell conectó 7 jonrones.

Aunque Brazell tiene poder, su gran problema es el pobre control de la zona de strike que posee, además de que no tiene mucho valor defensivo, algo que no es tampoco fundamental para un inicialista. De todos modos, el Julian Javier es un lugar ideal para los sluggers, y eso podría favorecer a Brazell, quien puede que conecte algunos batazos ayudado por su parque.

Jung Bong, lanzador zurdo


Hasta hace tan poco como el 2002, el Koreano Bong estaba entre los principales prospectos de pitcheo de los Bravos de Atlanta (Baseball America lo consideró como el décimo mejor del sistema) y en esa temporada tuvo efectividad de 3.25 en AA, con 107 ponches en 122, mayormente como abridor. Sin embargo este año Bong lanzó poco por problemas en su brazo y su presencia en esta liga es mayormente parte de su proceso de rehabilitación en un año en el que solo ha lanzado poco más de once entradas.

Bong es un lanzador al cual le conectan muchos batazos por el suelo (algo importante en el Julian Javier) y su principal lanzamiento es un cambio de velocidad que el mezcla con una bola rápida que suele viajar entre 88 y 91 MPH. Bong también tiene una curva, y lógicamente su éxito depende mayormente del comando de sus lanzamientos porque no tiene una gran bola rápida. Bong usa ambos lados del plato y tira strikes, buen atleta y buen fildeador.

Jeremy Griffiths, lanzador derecho


Griffiths pertenece a los Mets y es sumamente alto 6´7´´de estatura y 230 libras. A pesar de lo que su tamaño sugiere, Griffiths no posee una bola rápida explosiva ni mucho menos, aunque consistentemente tira entre 90 y 92 MPH. Griffiths es un lanzador firmado de la Universidad de Toledo, y hay analistas que opinan que su desarrollo ha sido lento considerando su experiencia. Griffiths tira los pitcheos básicos, curva, slider y cambio con bastante buen comando de todos.

Su actuación este año en AAA fue buena y es un lanzador que debe ser útil a los Gigantes.


Ryan Langerhans, jardinero


Langerhans es un jardinero que ha ido escalando poco a poco en el sistema de los Bravos y se proyecta como un eventual buen cuarto outfield en las mayores. Puede hacer un poco de todo, buena velocidad, buena defensa en los jardines – incluso puede jugar center field – un poco de poder de extrabases y recibe una buena cantidad de bases por bolas. Langerhans batea a la zurda y aunque su actuación en AA este año fue un poco decepcionante (estaba repitiendo la liga) su labor en AAA fue mucho mejor.

Andy Tracy, 1B/3B


Tracy es el clásico slugger de triple A (cuádruple A como le llaman algunos) quien otra vez puso números de poder este año, y algo interesante es que jugó la mayoría de sus juegos en la tercera base, versatilidad que puede ser muy útil para los Gigantes.

Tracy tuvo una buena actuación con los Gigantes el año pasado, sobre todo en el Round Robin, y no hay porque pensar en que no pueda ser un jugador de valía otra vez.


Tigres del Licey

Andy Abad, 1B/OF


No me parece necesario hablar demasiado de Abad porque es un jugador ya muy conocido por la afición Dominicana, aparte de que su nombre se seguirá mencionando por varias generaciones tras el jonron aquel que provocó que la ciudad de Santiago completa, casi todo el Cibao y todo aquel que fuera fanático de las Aguilas no pudiera articular palabra alguna por espacio de cuatro ó cinco días (sorry Kevin).

Abad hizo este año en AAA lo que siempre ha hecho y es batear. Su buena actuación en Pawtucket le valió una promoción a Boston en un momento en que el equipo estaba corto de personal por lesiones, pero lamentablemente “Tulile” no pudo aprovechar la oportunidad rindiendo muy poco. Abad es un pelotero de Grandes Ligas, siendo una mejor opción en la banca que fraudes de la categoría de Lenny Harris, pero ningún Gerente General se ha dado cuenta de ello. Una pena.

Los Liceistas pueden esperar otra actuación sólida, y este es el tipo de pelotero que yo traería al país cada año hasta que finalmente demuestre que ya no puede batear.


John Buck, catcher


Considerado uno de los principales prospectos de la receptoría en Grandes Ligas antes del 2002, perteneciente a los Astros. Buck aumentó su valor como prospecto luego de conectar 22 jonrones (.275/ .348/ .483) en clase A en el 2001. Sus números descendieron al año siguiente en AA (.263/ .320/ .422) pero sus bonos se mantuvieron intactos a pesar de ello. Este año su ofensiva nuevamente descendió, al menos a simple vista (.255/ .301/ .358) pero hay que tomar en cuenta que Buck jugó la mitad de sus juegos en el parque de New Orleans, uno de los entornos más extremos a favor de los lanzadores de todas las ligas menores.

De todos modos, Buck no ha podido construir sobre la base de su éxito con el bate entre el 2000 y 2001. Su más grave problema: control de la zona de strike. Después de mostrar un excelente avance en ese aspecto en el 2000 (parte del porque se le consideraba un prospecto de importancia) Buck ha visto deteriorarse esa habilidad y este año apenas recibió 14 bases por bolas en 274 turnos oficiales.

Defensivamente Buck tiene una gran reputación. Buen brazo, buenos instintos, habilidad para manejar lanzadores y llamar pitcheos. Buck también puede controlar el juego de velocidad del contrario.

No hay dudas que lo ideal para el Licey es que este hombre pueda recobrar un poco de la ofensiva que enseñó hace tres años, porque aparentemente su juego defensivo no tiene ninguna debilidad que sea notoria.

Eric Byrnes, jardinero


Al igual que ocurre con Abad, Byrnes es un jugador tan conocido que no es mucho lo que se pueda agregar a la hora de analizar su juego. Los fanáticos del Licey todavía tienen en la mente aquellos espectaculares dos meses de Byrnes en el 2000-01, donde fue el jugador más valioso de la liga.

Una cosa que aparenta ser crónica en Byrnes, es su tendencia a enracharse. Este año en Grandes Ligas Byrnes tuvo una gran primera mitad con los Atléticos, haciendo prácticamente las mismas cosas que hizo aquel año de JMV con el Licey. Después del juego de estrellas, Byrnes no era capaz de darle al piso si se tiraba de una mesa, igualmente lo mismo que le pasó en el Round Robin y Serie Final del mencionado año con los Tigres.

Entiendo que una de las cosas que Byrnes debe venir a tratar de trabajar en la liga es la consistencia. El nicho de Byrnes en Grandes Ligas siempre fue considerado el de ser cuarto outfield, pero por tres meses este año Byrnes casi convence a todo el mundo de lo contrario.

Una buena importación de todas maneras, el hombre juega fuerte y si se mete en una de esas rachas positivas los Liceistas puede que gocen con él. Al precio que está costando traer a Byrnes, mas vale que así sea.

Eric Knott, lanzador zurdo


Knott es un veterano de ya 29 años que se ha estado paseando por las menores, e incluso llegó hasta a lanzar en Taiwan en 1999. Knott es un zurdo con control pero sin armas para ponchar contrarios. Aunque en las menores siempre ha cumplido el doble rol de abridor y relevista, su stuff y repertorio se adecuan más al bullpen que a la rotación. Knott es el único jugador que viene de la misma organización del manager del equipo, Manny Acta, por lo que se supone que este le conoce y ha de haber recomendado su adquisición.

Joe Horgan, lanzador zurdo


Zurdo, comando aceptable, esencialmente relevista y capaz de ponchar. Sus números fueron malos en AAA, pero fue en un estadio de bateadores. Horgan lanzó el año pasado en Venezuela con los Caribes de Oriente, y tampoco tuvo una actuación destacada ni mucho menos. Esperar y ver.

Bobby M. Jones, lanzador zurdo


Veterano lanzador de grandes ligas quien se pasó el 2003 en AAA con los Bravos de Richmond. El rol de Jones se ha convertido en el de relevista zurdo especialista, y en el mismo tuvo un éxito moderado en el verano. Jones puede ponchar algunos bateadores y puede ser un hombre útil en el rol de zurdo que sale desde el bullpen, aunque hay que ver si Acta no es tentado por la previa experiencia de Jones como abridor en las mayores. Una potencial buena importación.

Cody McKay, C/1B/3B/OF


McKay es un jugador con sus utilidades. Es zurdo, puede controlar la zona de strike, puede colocar la bola en los canales y aparte de agacharse tras el plato, puede ser utilizado en tercera, primera y los jardines. McKay tuvo su peor temporada en varios años en el 2003 en AAA, bateando apenas .232/ .294/ .326, por supuesto que la gerencia del Licey piensa que el puede retomar la forma de antes y ha repetido su contratación.

Vladimir Nuñez, lanzador derecho


Nuñez ha estado tantas veces con el Licey que ya deberían considerarlo Dominicano. Al igual que los otros casos, un jugador extremadamente conocido en la liga. Nuñez perdió su puesto con los Marlins este año y terminó lanzando casi todo el verano en AAA con Albuquerque. Una efectividad de 4.76 no es nada sorprendente, pero hay que tomar en cuenta que estamos hablando de Albuquerque, uno de los entornos ofensivos más extremos de las menores. Nuñez fue usado como relevista esencialmente por los Isótopos, pero es probable que en el Licey nuevamente sea usado como abridor. Total, en esta liga son pocos los abridores que van más de cinco ó seis entradas.

Monday, October 27, 2003

Joven aun, joven aun, joven aun. 

Al final, y a la hora de la verdad, primó lo que nos obsesiona y nos hace amar este juego, su carácter impredecible. La opinión casi generalizada de la comunidad de analistas, acerca de la decisión de Jack McKeon de abrir el sexto juego con Josh Beckett, no importó para nada. Y pese a que había diversas razones para considerar excesivamente riesgosa la decisión, McKeon resultó estar en lo correcto, al menos en los resultados. El juego nos volvió humildes de nuevo, nunca se puede saber todo.

Los Marlins acaban de ganar uno de los campeonatos mundiales más improbables de los últimos años, - quizás de la historia – y no por el hecho de haber derrotado a los Yankees en la Serie Mundial, y ni siquiera de haber derrotado por igual a Gigantes y Cachorros, totalizando en TODAS las series en que no fueron los favoritos. No, es improbable porque este era un equipo sin las herramientas para ganar el 31 de marzo. No las herramientas en el terreno, no me refiero exactamente a eso, sino las herramientas en el dogout.

Al llegar la temporada este era un equipo dirigido por Jeff Torborg, cuyas habilidades (ó más bien la falta de ellas) como manager quedaron establecidas hace diez años cuando fue despedido por los Mets, el tercer despido de su carrera. Torborg es el típico caso del manager que se la pasa recibiendo oportunidad tras oportunidad, sobre la base de un buen año con un equipo. Su relativo éxito cuando llevó a los Medias Blancas de Chicago a dos segundos lugares consecutivos entre 1990 y 1991, ha bastado para que uno que otro Gerente General de verdad pensara que era un individuo capaz de dirigir exitosamente un equipo de Grandes Ligas.

Después de casi una década Torborg salió del ataúd de la mano de Jeffrey Loria, su amigo personal, quien le lleva a los Expos como su asistente, iniciándose el conteo regresivo de casi dos temporadas hasta el momento en que Loria despidiera a Felipe Alou y bajara a su amigote al terreno de juego. Por supuesto, la presencia de Torborg no mejoró en nada a los Expos (tampoco a Loria le interesaba) y cuando se produjo el pestilente cambalache en que Loria le vendió los Expos a la oficina del comisionado y terminó con los Marlins en las manos, Torborg por igual terminó con sus manos en un equipo con una interesantísima base de talento joven, principalmente en el pitcheo, desarrollada por David Dombrowski y su grupo. Base de talento que él era absolutamente inadecuado para manejar.

Creo que el momento que define a Torborg es su irresponsable manejo del principal bien de la organización, sus pitchers jóvenes, que culminó con la lesión de A.J. Burnett. Bueno, eso, o su intención de montarse en una especie de túnel del tiempo y volver a los sesentas y setentas, pensando en que a base de robarse bases también se podía robar un pennant.

La llegada de Jack McKeon fue una bocanada de aire fresco, el extrañísimo caso de un individuo biológicamente viejo, pero capaz de adaptarse a ideas nuevas, contra uno más joven empantanado en un irracional afán de regresar las manecillas del reloj hacia atrás. He dicho varias veces que McKeon ha sido la mejor historia de los playoffs, y de hecho Joe Torre recién opinó lo mismo. Este fue el hombre que transformó a este equipo en lo que es hoy, básicamente retando los convencionalismos que a un hombre de su edad pudieran hasta permitírsele. Pero el viejo, como aquella cancion de El Chavo, probó ser “joven aun, joven aun, joven aun” no importa que mañana viejo será.

McKeon es probablemente demasiado modesto cuando afirma que la base de su éxito fue convencer a ese grupo de hombres de que simplemente salieran a jugar y divertirse. Es un poco más que eso, este es el hombre que no tuvo problemas en entregarle una posición a un chico de 20 años, evaluando correctamente su talento, ni tampoco hacer lo propio semanas antes con un joven lanzador zurdo de doble A, quien llegó a la organización como uno más de un paquete de peloteros que los Cachorros enviaron a Florida a cambio del “Cerrador Probado, Marca Registrada” Antonio Alfonseca.

Y este es el hombre que además sobre dirigió en dos series consecutivas a dos de las figuras más respetadas y reverenciadas de la industria, pese a que sus equipos eran los claros favoritos de todo el mundo en ambas series.

Aunque la champagne está aun bastante húmeda, ya es fiambre sobre analizar a posteriori el porqué los Marlins ganaron la serie, ó porqué los Yankees la perdieron. Fundamentalmente todo se reduce a una realidad bastante simple: la ofensiva de los Yankees se desmoronó en la serie. Los Yankees no pudieron sobrevivir a una realidad que les estaba persiguiendo desde la primera serie con los Mellizos, la ofensiva se había vuelto claramente disfuncional. La razón por la cual pudieron ganar a Minnesota fue gracias a sus pitchers abridores, Mariano Rivera y dos ó tres batazos oportunos. En la serie contra Boston fue visible el mismo problema, y la única razón por la que los Yankees, y no los Medias Rojas, fue el equipo que jugó una semana extra solo hay que buscarla en la cabeza del ya difunto Grady Little.

Uno tras otro los bateadores de los Yankees estuvieron tomando turnos muy malos, absolutamente divorciados del approach de la paciencia y el control de la zona de strike que ha caracterizado a esta ofensiva en su exitosa carrera que ya va por ocho años. En el momento en el que más necesitaron regresar y retomar esa filosofía, el sábado frente a Josh Beckett, fue entonces cuando el enfermo entro en etapa de delirio febril, ó algo parecido. Solamente 107 lanzamientos necesitó el jovencito Beckett para blanquear a los señoriales Yankees, en Yankee Stadium, fantasmas ó no fantasmas. Los Yankees lucieron viejos y cansados, y la misma palabrería de cada año de cómo la veteranía de los Yankees, su aura, su mística y su conocimiento de cómo ganar en la post-temporada los hace invencibles, por tercer año consecutivo no sirve para nada. Ojala que alguien busque la experiencia acumulada en playoff del roster de los Marlins, y nos explique entonces que paso con el asunto de la experiencia en este caso. Lo mismo aplica para los Angelinos el año pasado.

En cuanto a los Marlins, aunque yo hablé brevemente de eso hace días, ahora nos vamos a pasar escuchando hasta abril de cómo los Marlins ganaron la Serie Mundial haciendo “las pequeñas cosas”, robándose bases, moviendo corredores, bateando detrás del corredor, sacrificándose, y la larga lista de clichés que a los managers y cronistas les encanta repetir como cotorras. De nuevo les doy el dato de que los Marlins conectaron más jonrones (14) que las bases que se robaron (8 y 6 atrapados) en la post temporada. Si bien es cierto que la velocidad de conjunto fue un factor importante en los playoffs, y es una de las armas principales de este equipo, las bases robadas, los toques de sacrificio y el avanzar corredores no tuvieron que ver mucho con el resultado que culminó el sábado. Ahí están las bitácoras de cada juego para comprobarlo.

Este es un grupo de hombres que merecía el triunfo, y como un seguidor del juego de béisbol yo me siento feliz por eso. La imagen en televisión de un solitario fanático de los Yankees en las gradas altas del leftfield, pateando una caja llena de rosetas de maíz de la rabia, culmina la temporada con un sentimiento de tranquilidad y cómplice alegría para todos aquellos no seguidores de El Imperio.

Les confieso que la imagen es dulce.

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