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Saturday, October 23, 2004

Updates 

Hola a todos.

Adjunto encontrarán un análisis de la Serie Mundial que hoy inicia y que además está supuesto a aparecer en www.clavedigital.com en el transcurso del día. El asunto es que por problemas de server los dos previews previos (now, that sounded weird) no aparecieron, y como forma de curarme en salud y complacer a los dos ó tres cabezas duras que todavía insisten en visitar este blog (mi afecto para todos ustedes) lo publico por si las cochinas moscas.

Notaran que el formateo de las tablas va a estar medio loco, pero no tengo tiempo de arreglarlo, y en el fondo lo importante es el análisis.

Finalmente, como habrán notado, el site oficial de la Liga Dominicana de Béisbol pasó a mejor vida, llevándose consigo a “Los Ultimos Innings”. Mi opinión sobre esta lamentable desaparición del site la daré en el futuro, pero mientras tanto estoy buscando algún lugar que me pueda hacer el favor de publicar la columna, preferiblemente (y perdón si es inmodestia) un medio masivo.

Lo ideal seria la misma revista Clave Digital, pero no estoy seguro de la disponibilidad de ellos en espacio.

Si alguien desea contratarme mi agente es Scott Boras.... er, no en serio, si alguno tiene una sugerencia pulse el link del email a la izquierda, ó simplemente escríbame a carlosj.lugo@scotiabank.com.

Peace.

Serie Mundial 2004 – Análisis 

Dos de las franquicias con más historia en las Grandes Ligas retornan a verse las caras en el Clásico de Otoño por tercera vez en casi sesenta años, y en las dos ocasiones anteriores – 1946 y 1967- escenificaron dos grandes batallas que llegaron al máximo de siete juegos, saliendo en ambas ocasiones los Cardenales con los uniformes empapados de champagne y cerveza.

Por primera vez desde hace varios años se puede construir el argumento de que los dos mejores equipos de la temporada regular se estarán viendo las caras en la Serie Mundial. Igualmente, se puede también argumentar – al igual que en la serie de campeonato con los Yankees – de que son dos equipos bastante similares en donde las debilidades de uno en algún aspecto del juego, se equilibran con una fortaleza en otro.

Esta es una serie que llega con una gran carga de drama por el extraordinario regreso de los Medias Rojas ante su Némesis de siempre, y del gran susto que se llevaron los Cardenales con los Astros al verse al borde de la eliminación, pero finalmente pudiendo sobrevivir a Roger Clemens en un séptimo juego. Otro aspecto que hace a esta serie sumamente atractiva son las fanaticadas de ambas novenas, quienes toda la vida han mostrado una gran pasión y apegamiento a sus dos equipos. No hay nada más grande en San Luis que los Cardenales, e igualmente nada más grande en Boston que los Medias Rojas. Eso incluye a los Celtics.
EQUIPO G P AVG CA CP Pitag.St. Louis 105 57 .648 854 657 101-61Boston 98 64 .605 949 769 97-65 OFENSIVA CA/J AVG OBP SLG 2B HR BB SOSt. Louis 5.28 .278 .344 .460 319 214 548 1085Boston 5.86 .282 .360 .472 373 222 658 1185 DEFENSA / PITCHEO CP/J AVG OBP SLG 2B HR BB SOSt. Louis 4.06 .251 .308 .402 280 169 438 1029Boston 4.75 .255 .316 .408 318 159 447 1132

Los Medias Rojas anotaron casi cien carreras más que los Cardenales, pero la diferencia no es tan abismal si tomamos en cuenta el factor del estadio y el hecho de que uno juega en una liga con el bateador designado y el otro no. De acuerdo al record proyectado por el diferencial de carreras (¿recuerdan a Pitágoras?) Boston jugó exactamente como debió hacerlo, y los Cardenales ganaron cuatro partidos más de lo esperado, pero cuando usted gana 105 juegos, siempre tendrá una diferencia a su favor por encima de la proyección, es el producto lógico del azar en un record tan bueno.

Lineups (AVG/OBP/SLG/EqA/VORP)
Boston Red Sox
CF-L Johnny Damon (.304/.380/.477/.295/52.4)2B-B Mark Bellhorn (.264/.373/.444/.286/39.1)LF-R Manny Ramirez (.308/.397/.613/.330/70.0)DH-L David Ortiz (.301/.380/.603/.322/73.1)RF-L Trot Nixon (.315/.377/.510/.303/13.7)1B-R Kevin Millar (.297/.383/.474/.297/38.8)C-B Jason Varitek (.296/.390/.482/.301/47.3)SS-R Orlando Cabrera (.264/.306/.383/.240/13.7)3B-B Bill Mueller (.283/.365/.446/.282/23.1)
St. Louis Cardinals
2B-L Tony Womack (.307/.349/.385/.262/33.3)RF-L Larry Walker (.298/.424/.589/.326/38.8)1B-R Albert Pujols (.331/.415/.657/.340/102.0)3B-R Scott Rolen (.314/.409/.598/.328/72.8)CF-L Jim Edmonds (.301/.418/.643/.340/88.1)SS-R Edgar Renteria (.287/.327/.401/.251/26.5)LF-R Reggie Sanders (.260/.315/.482/.269/22.2)DH-L John Mabry (.296/.363/.504/.292/18.1)C-R Mike Matheny (.247/.292/.348/.219/-0.8)
Dos ofensivas devastadoras, las mejores de sus respectivas ligas, chocarán frente a frente en una serie en la que ya mucha gente anticipa una fiesta de fuegos artificiales desde el primer juego. Ambos equipos, sin embargo, tienen rutas distintas en la forma de cómo generar carreras. Los Cardenales tienen uno de los más grandes núcleos ofensivos en mucho tiempo desde el segundo al quinto bateador, mientras que Boston tiene una ofensiva mucho más dispersa, en donde sus dos mejores bateadores apenas se compararían con el tercero mejor de San Luis, pero que a su vez no tiene outs claros en el lineup como el caso de Mike Matheny. Igualmente a como ocurría en la serie contra los Yankees – y que demostró ser importante en los últimos cuatro juegos – la parte baja del lineup de Boston supera significativamente a la de los Cardenales 84.1 a 39.5 en VORP (valor ofensivo sobre un jugador nivel de reemplazo) y aunque ustedes correctamente me dirán que es posible que Terry Francona haga algunos cambios en esa parte baja, el resultado en esencia seguirá siendo el mismo.

Los Cardenales también presentan un planteamiento ofensivo un poco más diverso. Tony Womack y Edgar Rentaría le imprimen algo de velocidad al conjunto, y en sentido general este es un equipo mejor equipado (y entrenado) para poder tomar una base extra en el momento que sea necesario, incluyendo corredores no solamente más rápidos como los ya antes mencionados, sino sumamente inteligentes como Larry Walker y Scott Rolen. Claro está, siempre hay una tendencia a confundir diversidad ofensiva con eficiencia ofensiva, y esto en lo más mínimo coloca a Boston en una gran desventaja con relación a sus contrarios en esta serie.

En los tres partidos en San Luis los Medias Rojas pierden el bateador designado y eso implica perder los bates de Kevin Millar ó Trot Nixon, dependiendo de la situación, que no tiene que ver con ventajas de platoon (los Cardenales no tienen abridores zurdos) sino más bien con lesiones, pero eso lo tocaremos más adelante. Obviamente la presencia de David Ortiz en el terreno desmejora un poco la defensa, pero también hay que recordar que estamos hablando de sustituir a Millar y no a Wes Parker en su apogeo, de modo que aunque la defensa sufre, no es extraordinaria la diferencia, y estamos hablando de la posición menos importante del espectro defensivo. En donde sí puede ser problemático este asunto es en el escenario de un juego cerrado, en las entradas finales, en donde Francona tendrá que decidir entre mejorar la defensa insertando a Doug Mientkiewicz y perder a uno de sus mejores bateadores, ó lo contrario.

En esta serie los Medias Rojas tendrán que vérselas con algo que evitaron en sus dos series anteriores, y es un lanzador zurdo efectivo. Anaheim no tenía relevistas zurdos, y Joe Torre siempre estuvo renuente a utilizar a Félix Heredia en momentos clave de la serie, incluso perdiendo dos juegos ante David Ortiz por ese tipo de decisiones. Los Cardenales, por el contrario, tienen dos relevistas zurdos efectivos en Ray King y Steve Kline, aunque este ultimo no participó en la serie anterior y está en dudas para esta. En cualquier caso eso deja a King, quien podría ser el hombre que le lance a Ortiz y Nixon en la línea. Igualmente será interesante observar si Francona sube en el lineup a Millar y lo inserta entre Ortiz y Nixon (ó baja a Manny a cuarto y sube a David a tercero, quizás una mejor opción) para romper los dos zurdos en línea, y dar que pensar a Tony LaRussa en el momento que King tenga a Manny ó Millar de frente (¿cuatro malas?)

El consenso es que la profunda ofensiva de los Medias Rojas está mucho mejor equipada para aprovecharse del sólido, pero poco espectacular pitcheo abridor de San Luis, lo cual es cierto. Los Cardenales por su lado deben atacar a los abridores menos calificados de Boston y tratar de sacarlos de juego temprano, aprovechando de paso el que los Medias Rojas no tienen realmente a alguien capaz de entrar en relevo largo (como vimos en el juego 19 a 8) principalmente porque Bronson Arroyo es el hombre que debe resguardar una posible y eventual salida corta de Curt Schilling en el segundo juego.

Banca (AVG/OBP/SLG/EqA/VORP)
Boston Red Sox
C-R Doug Mirabelli (.281/.368/.525/.300/15.8)1B-L Doug Mientkiewicz (.238/.350/.326/.241/-2.3)MI-R Pokey Reese (.221/.271/.303/.201/.-6.9)3B-R Kevin Youkilis (.260/.367/.413/.275/8.0)OF-R Gabe Kapler (.272/.311/.390/.241/1.9)OF-L Dave Roberts (.254/.337/.379/.273/13.9)
St. Louis Cardinals
2B/OF-L Marlon Anderson (.237/.269/.379/.224/-1.3)MI-R Hector Luna (.249/.304/.364/.234/2.0)OF-B Roger Cedeno (.265/.327/.375/.247/3.8)OF-R So Taguchi (.291/.337/.419/.261/6.1)C-R Yadier Molina (.267/.329/.356/.238/2.6)
Al igual que ante los Yankees los Medias Rojas tienen una considerable ventaja en este aspecto. La fortaleza de la banca en series cortas no es tan fundamental como a veces se quiere hacer ver, pero, ante un manager como La Russa obsesionado con siempre tener la ventaja del platoon, la profundidad de esta banca es sumamente útil. Boston tiene velocidad y cierta habilidad para embasarse, al menos dos bateadores a ambos lados del plato, y personal capaz de mejorar la defensa en el infield y los jardines.

Los Cardenales por su parte se verán limitados cuando Mabry sea el designado en los juegos en Boston, pues este es su principal bate en la banca. Eso deja a La Russa virtualmente privado de alguien que pueda conectar un batazo largo, e igualmente la falta de habilidad para embasarse de cada uno de los componentes de este grupo está bastante obvia en sus respectivos OBPs. Prácticamente ninguno de ellos proporciona un gran aporte ofensivo, y eso puede ser muy importante en una serie cuyo resultado difícilmente se vea afectado por alguna sustitución defensiva en los innings finales. A pesar del fantasma de Bill Buckner.








Pitcheo Abridor (ERA/IP)
Boston Red Sox
RHP Tim Wakefield (4.87/ 188.1)RHP Curt Schilling (3.26/ 226.2)RHP Pedro Martinez (3.90/ 217.0)RHP Derek Lowe (5.42/182.2)
St. Louis Cardinals
RHP Woody Williams (4.18/189.2)RHP Matt Morris (4.72/202.0)RHP Jeff Suppan (4.16/188.0)RHP Jason Marquis (3.71/201.1)
En el año de 1929 los Atléticos de Filadelfia y Cachorros de Chicago se enfrentaron en la Serie Mundial. Puesto que ambos equipos tenían virtualmente asegurado el pennant un par de semanas antes de concluir la temporada, eso le dio la oportunidad a ambos dirigentes, Connie Mack de los Atleticos y Joe McCarthy de los Cachorros, a preparar sus rotaciones con muchísima anticipación.
Mack tenia la opción lógica de abrir el primer juego con Lefty Grove, el mejor lanzador del béisbol en ese momento y ganador de 20 juegos, ó George Earnshaw, ganador de 24, ó quizás Rube Walberg ganador de 18. En un acto de genialidad y locura, Mack envió al lanzador Howard Ehmke, de 35 años, y que solo había lanzado 54 entradas en la temporada regular, a “scoutear” los juegos de los Cachorros y sus bateadores con miras a una posible participación en la serie. Y en una acción que dejó al mundo del béisbol atónito en ese momento, Mack abrió el primer juego de la serie con Ehmke y este basándose en pitcheos rompientes, de baja velocidad y “marrulla” maniató a los Cubs, ponchando 13 bateadores y ganando el juego 3 a 1. El curso de la serie se estableció en ese preciso momento y los Atléticos ganaron en cinco juegos.
El paralelismo con la decisión tomada por Terry Francona de iniciar esta serie con el nudillista Tim Wakefield es obligatorio. Francona está apostando a que la falta de experiencia de los bateadores de San Luis ante un lanzador de nudillo será determinante en que Wakefield tenga una buena salida, y darle una ventaja de entrada a los Medias Rojas, aparte de comprar tres días más de descanso para Pedro Martínez, y colocarlo en línea para ser el lanzador de un posible séptimo juego.
La estrategia es riesgosa en el sentido de que en vez de dos salidas casi seguras de Martínez, Boston tendrá dos de Wakefield, una de Lowe y entonces posiblemente dos de Schilling siendo este una interrogante cada vez que suba a la lomita por razones obvias. Si Wakefield es bateado, e igualmente Lowe, está serie se inclina notablemente del lado de los Cardenales, eso sin contar con lo que pueda pasar con Schilling en su salida del domingo.
Los Cardenales ponen de nuevo a prueba si el perfil de sus abridores – lanzar seis ó siete entradas adecuadas pero no dominantes y dar chance a la ofensiva y el bullpen – puede ser efectivo ante una ofensiva tan recia como la de Boston. El “modus operandi” de estos pitchers es tirar a las esquinas del plato y depender del comando, pero en el momento en que fallen el blanco por algunas pulgadas y se queden altos en la zona, esos bates la harán pagar muy caro. Tengamos también en cuenta que Boston es uno de los equipos con mejor control de la zona de strike en Grandes Ligas, lo cual puede hacer la vida complicada para estos lanzadores.

Bullpens (IP, ERA, ARP)
Boston Red Sox
RHP Keith Foulke (83.0/ 2.17/29.7)RHP Mike Timlin (76.1/ 4.13/6.2)LHP Alan Embree (52.1/ 4.13/8.6)LHP Mike Myers (42.2/ 4.64/1.6)RHP Curtis Leskanic (43.1/ 5.19/-10.8)RHP Derek Lowe (182.2/ 5.42*)
St. Louis Cardinals
RHP Jason Isringhausen (2.87/75.1/20.7)LHP Ray King (2.76/62.0/20.3)LHP Steve Kline (1.79/50.1/19.9)RHP Julian Tavarez (2.24/64.1/19.8)RHP Kiko Calero (2.78/45.1/14.7)RHP Cal Eldred (3.76/67.0/11.4)RHP Danny Haren (4.50/46.0/6.3) ARP son las siglas de Adjusted Runs Prevented, que es algo así como “Carreras prevenidas ajustadas” una estadística de evaluación de lanzadores relevistas, desarrollada por Clay Davenport y Keith Woolner de Baseball Prospectus, y que en síntesis lo que hace es, de acuerdo a la situación en la que un relevista entra a un juego (inning, score, corredores en las bases) calcula una probabilidad de que el equipo contrario anote “X” numero de carreras en esa situación, y luego entonces dependiendo del trabajo del relevista, calcula a su salida esa misma probabilidad, y el resultado (carreras prevenidas ó permitidas) es este número para dicho juego, que se va acumulando en el transcurso de la temporada.
A diferencia del año pasado, se puede decir que Boston cuenta con un genuino as relevista en la persona de Keith Foulke, y que – mejor aun – es capaz de lanzar múltiples entradas de ser necesario. No podemos olvidar que independientemente de la inconsistencia – y grandes criticas – del bullpen de Boston en la temporada regular el año pasado, este se convirtió en una fortaleza en los playoffs, e igualmente fueron los héroes anónimos del gran regreso ante los Yankees. Los Cardenales de su lado tuvieron uno de los mejores bullpens del béisbol este año, con buena profundidad, y que es sin dudas uno de los mayores responsables en el éxito del equipo en la temporada regular. San Luis tiene buenos brazos intermedios en Enrique Calero, Julián Tavarez, Ray King y Steve Kline, que además son útiles para el fetiche de La Russa con encontrar siempre la ventaja del platoon en sus matchups. Boston tiene el mejor relevista en la serie, Keith Foulke, y que además es capaz de lanzar múltiples entradas de ser necesario, pero los Cardenales contrarrestan esta desventaja con mejor profundidad en el bullpen. Qué tanto LaRussa pueda resistirse a simplemente usar un pitcher por inning – o por bateador – puede estar determinado por las circunstancias del juego, e incluso de que tan bien construya su lineup Francona. No hay dudas de que Mike Timlin y Alan Embree son dos hombres claves en la serie. Si ambos pueden trabajar con efectividad en sus roles, Boston mejora su posición con relación al bullpen de San Luis. Igualmente, si Schilling logra repetir el milagro de una buena salida en el segundo juego, automáticamente esto le da un brazo más en el bullpen a Francona con Bronson Arroyo para la etapa de la serie en San Luis.

DefensaLos Cardenales tuvieron una de las mejores defensas de las Grandes Ligas, probablemente superados solo por los Dodgers en este aspecto. San Luis presenta ganadores de guantes de oro en cinco posiciones, y en el resto, Reggie Sanders es un jardinero por encima del promedio y Albert Pujols es un primera base que conserva algunos de los instintos de su época en tercera, y que en general ha mejorado sustancialmente con el guante, y sin dudas es mejor que Millar u Ortiz a la defensa. Los Medias Rojas estuvieron entre los primeros cinco en su liga en Rating de Eficiencia Defensiva (DER) con .694, pero esa no es tampoco una cifra sorprendente, apenas .004 por encima del average en todo el beisbol. Mucha gente – incluyendo a la misma gerencia de los Medias Rojas – atribuyen su gran repunte a la supuesta gran mejoría en la defensa con la salida de Nomar Garciaparra y la llegada de Orlando Cabrera, Doug Mientkiewicz y Dave Roberts. El primer argumento es defendible, pues no hay dudas que Cabrera es mejor jugador defensivo que Nomar, sobre todo en este año en donde el ultimo estuvo afectado por lesiones, pero el aporte de Mientkiewicz y Roberts no fue determinante en la defensa, simplemente por que ambos no tuvieron el tiempo de juego suficiente para serlo. Honestamente Boston sigue siendo un equipo defensivo con interrogantes del lado derecho del infield y las esquinas de los jardines, principalmente con un Trot Nixon que se ha visto afectado por el problema del quadriceps. Ayer me discutía un amigo en el Estadio Tetelo Vargas, que la defensa de los Cardenales será el factor decisivo en esta serie. De mi parte yo le señalaba que aunque la defensa es ciertamente muy importante, no es un factor con el suficiente peso como para cambiar el curso de una serie, a menos que las deficiencias de la defensa estén en perfecto contraste con el tipo de ofensiva del equipo contrario como por ejemplo Yankees y Anaheim en el 2002. Es evidente que los Cardenales están mejor equipados que Boston como para cambiar el curso de un juego con su defensa de conjunto, pero en honor a la verdad, la ofensiva de San Luis no está construida como para tomar demasiado ventaja de las ineficiencias de Boston, e igualmente, recordemos que el staff de los Medias Rojas tiene capacidad para ponchar a los contrarios en una proporción por encima del promedio de la liga. Managers Terry Francona no es un gran manager, su habilidad táctica ha probado ser imperceptible en el mejor de los casos, y parece que no es más que un “yes man” en el terreno poniendo en practica las filosofías de la alta gerencia, y que se lleva bien con los jugadores. Mientras este no cometa un error de la magnitud del de Grady Little, la influencia de sus decisiones en el desenlace de un juego no debe ser mucha, si acaso alguna. Pero de la misma forma en que Francona cometió errores graves en los primeros tres juegos de la Serie de Campeonato, igualmente sus decisiones tácticas en los próximos cuatro juegos, en sentido general, probaron ser correctas e incluso mucho más acertadas que las de Joe Torre, quien tuvo una serie pobre en términos tácticos. Francona manejó muy bien y con buenos resultados un bullpen hecho trizas por el cansancio en los últimos cuatro juegos, y eso es algo que debemos tener la elegancia de reconocérselo. Tony LaRussa es bien conocido por todos, y su estilo de dirigencia igualmente lo es. La principal característica que identifica a La Russa es el manejo de un bullpen, cuyo estilo fue literalmente “inventado” por él y que todavía utiliza. En términos tácticos este tiene sus luces y sus sombras, e igualmente sus buenos y malos momentos, como aquella serie en que se dejó sobre-dirigir de alguien como Bob Brenly. La tendencia de los analistas y los fanáticos es la de confundir el exceso de movimientos tácticos con la real utilidad de los mismos. La Russa a veces cae en esa especie de circulo. Su obsesión con buscar ventajas de platoon en todas las circunstancias posibles a veces le dejan en peor posición para ganar el juego, y que el manager contrario pueda explotar la situación de debilidad en la que él mismo se metió de inicio. En el ultimo juego de la serie con los Astros La Russa utilizó un par de estrategias de “smallball” que le dieron resultado – una carrera – pero en esencia lo que decidió el juego a su favor fueron los batazos de largo metraje de Pujols y Rolen. Anteponer un estilo de juego similar ante una ofensiva tan devastadora como la de Boston puede que no le resulte en nada bueno al manager de San Luis, pero él es lo suficientemente inteligente para entender esto, siempre y cuando haya aprendido su lección con Bob Brenly en el 2001. La Russa es un buen manager, pero como todos, no está inmune a una semana de bloqueo mental y malas decisiones. ¿Podría esta serie decidirse desde la cueva? Bueno, si planteamos esa interrogante es posible que le estemos dando un peso especifico muy elevado a la influencia de un manager en el resultado de un juego de béisbol. La Russa ha sido uno de los mejores managers de la historia, pero aunque está ante un rival con claras limitaciones, no me parece que la naturaleza de los equipos envueltos en la serie propicien que las decisiones de los managers alteren el curso de la misma. Lesiones La gran interrogante en términos de salud en la serie es sin dudas Curt Schilling. El lanzador derecho fue sometido un día antes de la serie (viernes) al mismo procedimiento de suturarle el tendón a la piel para estabilizarlo. El asunto es que nadie puede asegurar que Schilling estará en capacidad de poder lanzar de forma igualmente efectiva que el sexto juego contra los Yankees, porque simplemente no hay precedentes de algo como lo que ha sucedido con él. Aparentemente dos de los tres puntos de sutura en el tobillo se rompieron (lo que provocó la ya historica ensangrentada media blanca) y hasta que punto la tensión a la que es sometida el tobillo en el movimiento de empuje hacia el home, pues debilita los puntos y eventualmente los rompe, es fundamental en el tiempo que permanecerá Schilling en el box el domingo. Trot Nixon parece que ha vuelto a sentir los efectos de su lesión en el quadricep, y se vio bastante limitado en la serie frente a los Yankees. La decisión de usar a Millar en el jardín derecho en alguno de los juegos en San Luis puede también que sea fruto de la situación de salud de Nixon. Los Cardenales tienen lesiones de su lado en Tony Womack, quien se lesionó la espalda baja en la serie de Houston y cuyo estado es muy importante para San Luis, pues una ausencia implicaría utilizar a un jugador de poca experiencia como Hector Luna, ó en su defecto a otro inferior como Marlon Anderson. Womack tuvo un buen juego el jueves con fuerte dolor, pero hasta donde pueda seguir siendo productivo jugando de esa forma está por verse. Sigue sin definirse la situación de Steve Kline, quien sería bien importante para los Cardenales si puede lanzar de forma efectiva, pues le brinda de nuevo a LaRussa un segundo pitcher zurdo efectivo desde el bullpen. Scott Rolen sigue con las molestias en una rodilla y la pantorrilla, pero ha jugado mejor los últimos días, aunque su alcance hacia la mano enguantada está un poco limitado. Finalmente hay rumores de que los Cardenales planeaban incluir en roster a su mejor lanzador abridor, Chris Carpenter, en caso de que Kline no pudiera lanzar, pero eso hasta ahora es especulación. Pronostico En un preview de la Serie de Campeonato de la Liga Americana, y que nunca llegó a salir a la luz, decía que a mi juicio Boston era el equipo más equilibrado de los que llegaron al playoff, y que eso en parte era la razón por la que debían ganarle la serie a los Yankees. Obviamente eso ocurrió, aunque en una sucesión de eventos inesperada. La situación ha variado un poco en este momento, principalmente por la situación de Curt Schilling y la inmensa interrogante que él representa las veces – quizás una, quizás dos – que esté en el montículo. Pienso que la “estrategia Connie Mack” de Francona de utilizar a Wakefield en el primer día es muy importante porque de no resultar, pone en una situación de cierta presión a Boston para ganar el segundo juego con un pitcher lanzando en tobillo y medio. Si gana Boston el primer día, y Schilling sigue haciendo milagros el domingo, los Cardenales pueden tener una vida corta porque el resto de los matchups en la serie no les favorecen. Es tentador pronosticar una serie de muchos batazos con dos ofensivas tan espectaculares como estas, y en efecto, puede que la serie tome ese curso. Yo diría que habrá un par de juegos así, en donde la batalla de los bullpens – la profundidad del de San Luis vs. la habilidad de lanzar múltiples innings de Foulke – será determinante. Dicho esto, los Medias Rojas han sido posiblemente el mejor equipo de su liga todo el año, han sabido reponerse a situaciones calamitosas en el medio de la temporada, y en una Serie de Campeonato que parecía rumbo a un bochorno ante sus rivales mas odiados. El premio a una inteligente estrategia en construcción de roster, y también, porque no, a la holgura que da tener los recursos para tener jugadores de la elite, parece que al fin van a dar sus beneficios en Boston. El niño que junto a su hermano gemelo brincaba de jubilo en el sofá de su casa cuando Boston estuvo apenas a nada de ganarlo todo en 1986 – Theo Epstein - parece ser el destinado a llevar la gran alegría a la Nueva Inglaterra. Yo no creo en maleficios. Medias Rojas en seis.
















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