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Friday, July 23, 2004

La serie, Cooperstown clase 2004 y algunos elefantitos. 

He tenido una semana complicada en el trabajo y es por eso que no he podido escribir nada en el blog, pero desde hace un par de días hay material nuevo en “Los Ultimos Innings” en www.lidom.com, y muy probablemente entre hoy y mañana aparezca la ultima entrega de “Baseball Abstracto” en www.clavedigital.com

Hoy estaré haciendo en CDN el primer juego de la serie entre Medias Rojas y Yankees, pero como comentaba con un amigo en el trabajo, esta es una serie que no tiene mucha importancia real en este momento, salvo toda la gran parafernalia que siempre gira alrededor de estos dos equipos.  ¿Por qué no es importante?  Bueno, no es que no lo sea del todo.  Para Boston cada juego es importante ganarlo por la situación en la que se encuentran.  A lo que me refiero es que ya en este momento no existe una lucha real por el titulo divisional.  Los Yankees simplemente tienen una ventaja casi insalvable, y por eso para fines del banderín esta es una serie tan desabrida como una tayota (¿ó es tallota?).

Lo que sí fuese fatal para Boston es perder la serie ó ser barridos por el daño que haría a la moral del club, sobre todo siendo la serie en Fenway.  Este es su momento de aprovechar y ganar terreno con relación a Vigilantes y/o Atléticos que inician una serie hoy en la cual se ganaran uno al otro irremediablemente. 

Los Medias Rojas tienen la ventaja en al menos dos de los tres juegos (hoy y mañana) y el domingo es Derek Lowe ante el impredecible José Ariel Contreras, de modo que se podría argumentar que la ventaja puede ser en los tres matchups. 

Los Medias Rojas son mejor equipo que lo que su record sugiere, y en verdad es que el único aspecto del juego en el que son visiblemente mediocres es la defensa.  Todo ha sido una combinación de un poco de mala suerte con otras cosas, y yo honestamente espero que jueguen mejor en los últimos dos meses.

En otro orden, este fin de semana serán exaltados al Salón de la Fama de Cooperstown Paul Molitor y Dennis Eckersley.  La historia de ambos peloteros es sumamente interesante porque si usted se remonta a mediados de los ochenta encontrará que pese a tener ambos hombres ya cerca de diez años en Grandes Ligas, era absolutamente imposible predecir en ese momento que los dos terminarían en Cooperstown.

Los casos son distintos, Molitor era un bateador sumamente talentoso que en 1987 batallaba con problemas crónicos de lesiones, habiendo perdido una temporada completa en 1983, 22 juegos en el ’85, 57 en el ’86 y 44 en el ’87.  Nadie en su sano juicio iba a pensar que Molitor, con treinta años, se encaminaba a una década de salud casi perfecta y cerca de dos mil hits conectados. 

La historia de Eckersley es más conocida por todos.  A los 31 años en 1986 Eck fue prácticamente desahuciado como lanzador abridor por los Cubs llegando al año siguiente a las manos de Tony LaRussa y Dave Duncan en Oakland transformándose un año después en el mejor “cerrador” (fíjense que no digo relevista) de la historia.  Siendo enteramente honestos, las temporadas dominantes de Eckersley en el bullpen solo fueron cinco (1988 al 1992) y las subsiguientes le sirvieron para acumular 150 de sus 390 juegos salvados, pero claramente siendo un pitcher mucho menos efectivo.  Obviamente lo que hace grande a Eck es el hecho de haber sido un buen lanzador abridor en la primera etapa de su carrera, y por supuesto 390 salvados y 197 ganados, una efectividad de por vida 16% mejor que el promedio y de tener los cinco años más dominantes de cerrador alguno (hasta que Eric Gagné le supere luego de la temporada del 2007) es lo que le catapulta a Cooperstown.

Reitero, quince años atrás nadie hubiera pensado en este final feliz para ambos jugadores.

Por cierto, y ahora que hablamos de Cooperstown, yo sigo sin explicarme la ausencia de Rich Gossage en Cooperstown, y ahora que lo menciono también de Bert Blyleven y Ron Santo. 

De hecho, ahí tengo una idea para una próxima columna.  Ya les aviso cuando.

Atención, atención,  mucha atención a los fanáticos de las Estrellas de Oriente.  Si su equipo finalmente participa en este torneo y no desaparece, su combinación del futuro de dobles matanzas Joel Guzmán y Willy Aybar está jugando junta en la Liga del Sur doble A en el equipo Jacksonville sucursal de los Dodgers.  Guzmán fue subido luego de batear .307/ .349/ .550 en 87 en la dificilísima Liga Estatal de la Florida, clase A y en este momento batea .412/ .444/ .647 pero en solo cuatro juegos en doble A.  Aybar por su lado batea .286/ .360/ .445 en 88 juegos.  Si colocamos a Robinson Canó, .301/ .356/ .497 en doble A y .256/ .330/ .372 en la fuerte Liga Internacional AAA pues concluimos en que el infield de las Estrellas parece bastante bueno para empezar la temporada y además con buen futuro. 

Para terminar con los verdes incluyo además el nombre de Freddy Guzmán: .283/ .359/ .370, 17 bases robadas en 35 juegos en doble A, luego subido a triple A y allí .298/ .366/ .372, 31 robos en 34 intentos en 48 juegos jugados y Napoleón Calzado quien en Greenville, Doble A batea .346/ .380/ .476.

Los Estrellistas solo tienen que buscar la forma de que su equipo participe y puede que el año sea interesante.

Recuerden entrar a “Los Últimos Innings” en www.lidom.com e igualmente revisen www.clavedigital.com para una columna nueva entre hoy y mañana.

Happy Baseball.

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